jueves, 19 de mayo de 2011

Sobre el Fut...

Amo el fútbol, de niño siempre quise ser futbolista profesional, recuerdo que ver una pelota rodar en cualquier lugar era el pretexto perfecto para ir tras de ella y patearla hacia una portería, incluso, imaginaria. En varios momentos de mi vida llegue a tener el registro de los resultados de la liga nacional por semana. Esto siempre estuvo acompañado de las "cascaritas" con los cuates en la colonia, o donde fuera. Comencé a aprender del juego a los diez años y luego, cuando tuve la oportunidad de jugar, simplemente lo hice. Me fue bien, a los dieciocho años jugaba para un representativo de la UNAM, en el que en ese año fuimos campeones de una de las ligas amateurs más imprtantes del Valle de México, y subcampeones de un torneo en una universidad privada, creo que fui segundo lugar en la lista de goleo, de ahí nos seleccionaron a seis para jugar con las reservas del Atlante, quienes conocen esta historia recordarán los factores que me hicieron considerar la situación y no aceptarla, el resultado fue que me decidí por la escuela.

Desde entoces sólo he jugado ocasionalmente, en ligas de soccer y futbol rápido, me sigue apasionando ver un buen juego por la televisión y con poca frecuencia asisto a los estadios, donde la fiesta del balompié se convierte en una experiencia única.

Conforme han pasado los años, si bien mi pasión por este deporte no ha cambiado, cada vez más estoy consciente del papel polítco y social, económico y cultural, que tiene un deporte que es capaz de paralizar durante dos horas a casi toda una nación.

Incluso he escrito al respecto, justo hace un año, para Palabras Aparte, con motivo del número dedicado a este deporte en el contexto de la celebración de su justa internacional más importante: el mundial de Sudáfrica. Aquí el link por si les interesa: http://inicio.palabrasaparte.com/index.php?option=com_content&task=view&id=170&Itemid=73 Por supuesto es una visión crítica en el mismo sentido de este Psycho.

Así, hoy he decidido ocupar este espacio para hablar de futbol, porque me parece que, si bien debemos disfrutar de los juegos de finales de este fin de semana, también debemos ver los aspectos extradeportivos que los rodean y que desde mi punto de vista afectan al deporte pero también nuestra realidad.

Es un hecho que el futbol es el deporte nacional. Lo es porque es el que tiene mayor número de seguidores, una liga profesional más que rentable, estadios construidos ex profeso para jugar futbol, audiencias televisivas y radiofónicas aseguradas -inclusp ahora hasta por internet se puden ver juegos en vivo- que permiten una posibilidad infinita de exposición a los anunciantes/patrocinadores, porque genera millones en ganancias; pero también lo es porque genera expectativas entre los aficionados, es al mismo tiempo un factor de distracción y una válvula social. Es pues, no sólo un deporte, sino también es un espectáculo.

Y como espectáculo directivo de masas y de millones de dólares, calendario y a veces hasta resultados son susceptibles de manipulación. Ha sucedido en países con ligas de primer nivel, así que para el caso de la liga mexicana, la duda es razonable, sobre todo si analizamos algunos casos relacionados con el poder.

Así, hoy es el partido de la final de la liga mexicana entre Pumas y Monarcas. El primero, el equipo de la Máxima Casa de Estudios, que se mantuvo en primer lugar hasta la última fecha cuando lo derrotó su más odiado rival, el América, en C.U., en un partido dónde no sólo no lo eliminó, sino que perdió el primer lugar general, el invicto en su estadio y por el único marcador que no los enfrentaba en la fase de luguilla -una etapa en la que hacía mucho tiempo no se veía clasificar juntos a los cuatro equipos considerados grandes por tener una afición nacional y no regional (América, Chivas, Cruz Azul y Pumas), un 0-2 para el olvido pues Pumas quién sabe a que jugó. Ya instalado en la siguiente fase, el rival fue Monterrey, quien defendía el título y que en su estadio le puso un "baile" a los Pumas que recibió tres goles pero alcanzó a meter uno. En el juego de "vuelta" en Ciudad Universitaria, un Pumas necesitado de dos goles, salió a la cancha a pasar por encima de un Monterrey que inexplicablemente salió a la cancha a hacer acto de presencia al grado de parecer que sólo esperaba que le anotaran los tantos y se acabara el partido, como efectivamente ocurrió. Ya en la semifinal, las Chivas y los Pumas nos han brindado un espectáculo digno de caulquiera de las mejores ligas del mundo.

Por su parte Morelia, le ganó a un América que parce que sólo sirve para consolidar impuestos reportando sus pérdidas al corporativo al que pertenece, que por lo demás reporta excelentes ingresos, en el Azteca, y le concedió 20 minutos al equipo de Coapa en Morelia, para llegar al marcador deseado, es decir salió, como el Monterrey a hacer acto de presencia, sin embargo, al América no le alcanzó el gas y después del minuto veinte, los Monarcas los arrollaron. Después en el juego con el Cruz Azul, por alguna extraña razón, los cementeros no golearon a los Monarcas en el Estadio Azul. En el juego de vuelta, los Cementeros salieron a perder el partido contra un equípo, no hay que olvidar, oriundo de la misma entidad de la que es originario Felipe Calderón.

El día de hoy, comienza el primer juego de una final donde para llegar a ella, sucedieron muchas cosas raras en un país que necesita distraerse de la masacre que está sufriendo.

Me parece a mi, que así no es el Futbol...

---Alexred---

P.S. Desafortunado el humor negro de Calderón el día de hoy:
"Déjeme le cuento -dijo a Peter Greenberg, en entrevista en Las Vegas, Estados Unidos- yo vi a miles, miles de spring breakers en México divirtiéndose y tengo entendido que los únicos shots que recibieron eran de tequila, a muchos de ellos y nada pasó, me han contado eso gente de confianza".

jueves, 5 de mayo de 2011

Ojo por ojo...

Un catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, buen amigo mío, me sugirió dejar de lado a Calderón y enfocarnos -me decía- en otros aspectos, como política internacional, que nos permitan comprender nuestra propia situación.

Atiendo la sugerencia no sin antes establecer dos puntos: en primer lugar, me parece que dadas las difíciles circunstancias por las que está pasando el país, no puedo dejar de lado a Calderón, pues me parece de suma importancia hacer marcaje personal a lo que considero que es su política incorrecta; segundo, no será la primera vez -ni tampoco la última- en que se hable en este espacio de temas internacionales. Establecido pues lo anterior, comencemos entonces este ejercicio.

El día que Barack Obama recibío el Premio Nobel de la Paz en Suecia, sin saberlo del todo el mundo asistió impávido a la fecha histórica en que las posibilidades de paz para el mundo estaban siendo sepultadas. El discurso del presidente de los Estados Unidos de América del Norte en la ceremonia solemne, estuvo lleno de alusiones al derecho de este país a defenderse de la amenaza del terrorismo. Amenaza que amén de significar una pesada sombra que amenza a la humanidad en su conjunto, ha servido de pretexto perfecto para realizar acciones que, con toda seguridad podríamos considerar terroristas, por parte de la potencia.

Ese día,  por la tarde, en una discusión acalorada una magistrada de Circuito -discusión extraña pues en realidad me parece que defendiamos el mismo punto, aunque desde puntos de vista diferentes- me decía que era normal, al final Obama era parte del stablishment estadounidense y dificilmente haría cambios sustanciales en la política internacional de su país. Yo le decía que estaba de acuerdo, pero no había que olvidar que aun así, las circunstacias personales del ex senador y su campaña política toda, habían generado un clima de confianza no sólo en el electorado estadounidense, sino en el mundo, confianza perdida por la política agresiva, belicista, generadora de caos internacional que caracterizó a su antecesor (Bush Jr.) y los "halcones" que lo acompañaron y sin embargo, no dejaba yo de observar que una de las características de la política internacional en la historia de las relaciones internacionales, era la visión de la guerra como medio para alcanzar la paz (esto tiene que ver con el "Realismo Político"). 

En septiembre de 2001, el presidente Bush, quién había ganado las elecciones habiendo registrado el mayor número de votos de los distritos electorales pero no así el mayor número de sufragios de los electores -paradojas del sistema de elección de aquel país-, en un proceso muy discutido contra el ex vicepresidente demócrata Al Gore, se encontraba en una situación política muy complicada, registraba una caída fuerte en las preferencias de los ciudadanos estadounidenses, no ejercía un liderazgo político, enfrentaba una caída de la economía bastante sensible y parecía torpe (en realidad lo es, además de ignorante).

Ese era un poco el contexto en el que se desarrollaba la presidencia de este individuo cuando súbitamente se dieron los lamentables acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. A partir de ese día, la economía de guerra de la nación imperial, comenzó a funcionar y sus resultados económicos curiosamente sólo beneficiaron a algunas empresas y personajes, comenzando por el círculo cercano al mismo presidente. La "guerra contra el terrorismo" se convirtió en la excusa perfecta para establecer un imperio de terror contra Estados -"amigos", no amigos y enemigos- y personas de todo el mundo, y llenó el hueco que había dejado el enemigo vencido a principio de los años noventa del siglo pasado, aunque de manera más peligrosa. La gente en Estados Unidos, presa del miedo alimentado por el propio gobierno, aceptó incluso leyes que vulneraban sus derechos, esos derechos que con tanto orgullo habían presumido durante sus más de doscientos años de vida independiente y por los que precisamente lucharon los "Padres de la Patria".   

Obama surgía con frescura a la antesala de la elección presidencial, la selección del candidato del partido demócrata, como un político joven, negro, hijo de padre africano y madre estadounidense y sin vínculos muy visibles con el stablishment, ganó la voluntad de los delegados y sus electores demócratas para ser el titular de la contienda presidencial por su partido. Con un discurso del cual al paso del tiempo se puede decir que llenó los oídos de la gente que no se sentía representada por los políticos, primero le ganó en la interna a la también senadora H. Clinton y después por amplio margen la presidencial al también senador por el Partido Republicano J. McCain.

Sin embargo, ya en la presidencia, quedó evidenciado el poco campo de acción que puede tener el que se considera es el hombre más poderoso del planeta, debido a los fuertes intereses que convergen en el sistema político y económico del sistema de aquel país.

Hoy, Obama, en la antesala del proceso electoral en el que busca la reelección, ha sentenciado "Se ha hecho justicia"; ésta es la frase con la que se califica la muerte Osama Bin Laden en manos de militares estadounidenses, donde los Estados Unidos han confirmado el derecho autoproclamado derivado de la doctrina de la "Guerra Preventiva" de realizar acciones en cualquier lugar del mundo para "salvaguardar su propia seguridad y la de sus ciudadanos", aún cuando esas mismas acciones no se distingan mucho de las que realizan aquellos a los que dice combatir y signifiquen el inició de una era en donde puede imperar lex talionis.

Obama pues, habrá dado un paso gigante en sus aspiraciones electorales, pero ya no tiene argumentos para decir que es diferente a lo que dijó en la campaña anterior lo diferenciaba a él de los demás políticos y lo ubicaba como mejor opción, más que el color.

La magistrada me decía que si había guerra, entonces las relaciones internacionales habían fallado, en franco ataque a mi persona, a lo que respondí que no, las relaciones internacionales apoyadas por otras ciencias y disciplinas explicaban perfectamente lo que sucedía e incluso proponían alternativas.

Hoy me parece que esto sigue siendo cierto.

---Alexred---

P.S. Hoy cumple una año en la red la revista digital Palabras Aparte, un año no sin visicitudes pero con perpspectivas fenomenales. Un abrazo para todos sus colaboradores que siempre realizan un gran esfuerzo, y larga vida ¡Felicidades!

P.S. 2 Muchas simetrías entre la guerra contra el terrorismo y la guerra contra el narcotráfico ¿Tendremos nuestro Osama (Chapo) Guzmán durante el proceso electoral federal que se avecina? 

P.S. 3 No hay peor mal para un pueblo que el causan sus dirigentes cuando no lo escuchan...