lunes, 4 de abril de 2011

¡NO MÁS SANGRE!

La pérdida de un ser querido siempre significará la existencia de un dolor profundo en ese hueco que en el corazón deja su partida. 

La semana anterior, el hijo de un connotado escritor y poeta -Javier Sicilia- fue encontrado junto con seis de sus amigos, muerto, asesinado, vejado, en un auto en Temixco, Morelos. Este hecho que por sí solo es motivo de indignación, pasa a formar parte de los números rojos en el marco de la absurda violencia en la que se encuentra el país, pero abre más una herida en el México inconforme por la estupidez oficial: como siempre en estos casos, la autoridad y los medios de comunicación relacionaron a las víctimas con el narcotráfico. Cómo pasó con los niños asesinados en Ciudad Juárez. 

Los únicos en este país que no son responsables nunca son aquellos a quienes se les confirió un mandato popular y por ello son lo más responsables. ¡Upsss! Quizá sea por esto que al actual gobierno le vale madre la población.

Esta semana, Javier Sicilia ha escrito una carta abierta en la que pide al gobierno haga su trabajo y a los criminales que recuerden esos códigos con los antaño se comportaban. Además del dolor, de la rabia e impotencia que por su tragedia se puede sentir, podemos leer la sensatez de cualquier ciudadano agredido, ofendido por lo que sucede en México: si no pueden renuncien recuerda el escritor y agrega acompañemos la frase con movilización social, y ante la inevitable existencia de malandros les pide que reconsideren su estrategia pues así como van seguro obtendrán el poder pero gobernarán sobre un montón de osarios y seres amedrantadosy destruídos en su alma.

Actuemos pues, demandemos, exijamos que se detenga el río de sangre, la legitimidad de Calderón nos ha costado ya más de 35 mil muertos ¿Acaso no es suficiente?

Hay que reconocer que el narcotráfico y sus negocios derivados y concurrentes generan al año miles de millones de dólares. Es un negocio que por su importancia el Estado debe controlar, si no administrar, recordemos que una de las razones por las que nuestro peso se ha mantenido "fortalecido" a pesar de la crisis internacional es precisamente por los dólares que han entrado por dos conceptos: petróleo (y lo están regalando) y narcotráfico. Por esto no creo en la guerra contra el narco.

Pero aboguemos por la erradicación del negocio de las drogas, entonces el Estado debería seguir la verdadera ruta del dinero que se lava por el narcotráfico y sus negocios derivados y concurrentes. No como se ha venido haciendo con medidas que buscan hacer más cautivos a aquéllos que sí pagan impuestos; a este país además, le urge una reforma hacendaria que elimine aquellas prebendas que benefician a los grandes corporativos y amplíe su base tributaria con aquellos que no pagan impuestos o se les condonan a costa del desarrollo de la mayoría.

¿Por qué seguimos teniendo un incremento exponencial de los recursos destinados a la violencia y no tenemos un incremento en la inversión en educación, ciencia y desarrollo tecnológico? Hay que darle a los jóvenes las posibilidades de un futuro en el que puedan desarrollar sus habilidades, no meterlos al ejército ¿O cómo piensan que llegaremos en cincuenta años a ser una potencia? China comenzó en 1973 su cambio de política económica, política y cultural ¿Y nosotros cuándo?

Tenemos que dejar atrás la cultura de ilegalidad legalizada. La autoridad debe comenzar por cumplir y hacer cumplir la ley, no dejar que la leyes se incumplan y después cambiar la ley para hacer las prácticas ilegales legales. Los grupos de extrema derecha hablan de esto en el caso del aborto (en el cual estoy de acuerdo) pero no dicen nada de las constantes violaciones a la legislación laboral, a la Constitución en materia de energéticos (generación y distribución de energía eléctrica por ejemplo) por mencionar algunos rubros. Basta con leer los primeros veintinueve artículos de la Constitución Federal para darse cuenta de que nada de ahí se cumple.

Escuelas, fuentes de trabajo, salarios dignos, cumplimiento de la ley primero por parte de las autoridades y después por los gobernados, justicia social, justicia, equidad, legalidad, seguridad,  así como la creación de un ambiente propicio para los negocios privados y el mercado, son algunas de las funciones del Estado que se han dejado de hacer.

Así, el gobierno se ha convertido pues en un combatiente más, así como los narcos, y ha claudicado de sus funciones para meterse en una guerra por un negocio que pareciera en vez de erradicar, quiere controlar y como todo en estos diez años, lo está haciendo mal.

Javier Sicilia tiene razón cuando dice que estamos hasta la madre de los políticos, que ni controlan, ni resuelven, ni mucho menos cumplen con su cometido, no hacen pues, su trabajo.

¡Exijamos NO MÁS SANGRE!

---Alexred---

P.S. Vuelvo entonces a preguntar ¿Cuánto más vamos a aguantar?

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