miércoles, 2 de noviembre de 2011

De una prometedora democracia al fracaso estrepitoso...

El año de 1976 fue clave para el sistema político mexicano, pues en ese año comenzaron a realizarse una serie de reformas políticas que a la postre desquebrajarían la maquinaria que diseñó Plutarco Elías Calles, perfeccionó y consolidó el general Lázaro Cárdenas, se afianzo social y culturalmente durante los años del milagro económico mexicano, y que para esta época mostraba ya una muy fuerte decadencia política y hasta moral.

La apertura paulatina de espacios en el Congreso de la Unión a miembros de la oposición en un primer momento, y después el acceso a cargos de elección popular que significaban la oportunidad de gobernar directamente a considerables porciones de la población, necesariamente significó la pérdida gradual del control que caracterizó al sistema político mexicano mediante la simbiosis Jefe de Estado/jefe de partido; a través de la cual el presidente en turno se convertía en el eje principal del que dependían la supervivencia política de funcionarios de gobierno, el acceso a cargos públicos de elección o de designación, la permanencia en los mismos, así como el acceso a los recursos que los mismos cargos generaban, y que permitía al ejecutivo federal un control total del aparato estatal cuyos funcionarios de alguna u otra manera le debían el cargo.

El proceso fue siempre forzado por la oposición desde diversas trincheras así como por la propia decadencia gubernametal, e impulsado por el gobierno ante la necesidad de legitimación nacional e internacional. Así, se llegó al punto de remover gobernadores priistas para dar paso a miembros del Partido Acción Nacional; también el PRI fue perdiendo espacios en el Congreso de la Unión hasta que en 1997 perdió la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y el control de la Capital ante el partido representante de la izquierda mexicana.

La lucha democrática logró arrancar los procesos electorales de la esfera del Ejecutivo y logró lo creación de un instituto que se dejaría al control de cudadanos sin filiación política, que fungiría como autoridad electoral junto con un órgano jurisdiccional independiente (que después pasaría a formar parte del Poder Judicial de la Federación).

Asimismo, la ciudadanía en general, parecía interesarse más en los procesos políticos al mismo tiempo que los medios de comunicación lograban liberarse del control que el Estado ejercía sobre ellos.

Finalmente, después de 70 años de gobierno de partido único, en el año 2000 la presidencia de la República es ganada por un partido diferente (PAN) y en 2006 el PRI se quedó por primera vez como una muy disminuida tercera fuerza política.

El profundo cambio político suscitado en esos treinta años, sirvió para instalar una competencia política pacífica sin precedentes (aunque sin con momentos muy complicados como en el periodo 89-91 y en el 94)en la historia nacional, que dio la posibilidad, al menos en lo formal, de que la ciudadanía sin distingos pudiera participar en ella.

Así, el PAN se arrogó "un triunfo cultural" en el que, según uno de sus más prominentes ideólogos -y me parece que el último-, todos los actores habían optado por la democracia como vía para cambiar el sistema y la izquierda gobernaba ya importantes plazas a lo largo del territorio nacional.

Sin embargo, el triunfo de Fox en las elecciones presidenciales, si bien ofreció la continuidad del proyecto económico lanzado a principio de los años ochenta, lejos de significar la parada final del largo proceso de transición y reforma políticas y el inicíó de un nuevo estadio democrático, devino un retroceso en el proceso que llevó al debilitamiento y deteriorio en la imagen de las instituciones electorales, así como en el daño estructural de la institución presidencial y del papel que ésta debe ejercer como poder público, y del sistema político en general, que ha permitido que emerjan diferentes actores provenientes del ámbito político y económico no sólo nacional, para llenar esos espacios que no ha podido ocupar el Ejecutivo desde entonces.

Esto ha traído como resultado una especie de impasse estructural/institucional en el que la clase política, cada vez más alejada de la población, lucha por el poder sin ofrecer un proyecto que permita  reactivar el proceso democrático por lo menos desde dónde se rompió la línea continua de poco menos de treinta años, (peor aún, se plantea una vuelta más atrás con el planteamiento de la claúsula democrática).

El conflicto poselectoral de 2006, la lucha contra el crimen organizado (eufemismo de guerra contra el narco), la parálisis legislativa en el Congreso federal, el alto nivel de violencia, así como la escandalosa corrupción e impunidad que le acompaña son resultado directo de esta situación que no puede ser calificada de otra forma más que como un escadoloso fracaso democrático e institucional.

---Alexred---

P.S.

Me pregunto dónde están ahora las loas que Ciro Gómez Leyva hacía sobre Humberto Moreira como miembro -según él- de esa nueva generación de priistas ganadores...

lunes, 26 de septiembre de 2011

También con la pluma se gana...

El próximo siete de octubre comienza, de acuerdo con la legislación de la materia, el año electoral, en el que se tiene contempladas elecciones en 15 entidades federativas donde en siete se elegirán gobernadores, incluyendo al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, así como las elecciones federales donde además de la renovación del Congreso de la Unión, se llevará a acabo la elección de Presidente de la República.

El contexto en el que se desarrollará el proceso no puede ser menos alentador; por una parte, hay que considerar el clima de violencia y terror social en el que nos encontramos, en el que la escandalosa cifra de muertos rebasa ya los cincuenta mil, las fuerzas armadas se encuentran en las calles realizando labores propias de los cuerpos de seguridad pública civiles y el gobierno no controla extensas zonas del territorio nacional, donde los grupos delincuenciales hasta cobran una especie de impuesto a los comerciantes y empresarios de esas localidades, y la perspectiva de que los niveles de violencia bajen son lejanas debido entre otros factores, a una posición gubernamental enfocada a generar mayor violencia, lo que necesariamente inhibe la participación ciudadana en procesos como el que tenemos en frente.

Por otra parte, la economía no ha podido recuperarse y al igual que en la víspera de la crisis de hace dos años, no existe una estrategia que permita impulsar nuestro mercado interno, los niveles de deuda interna y externa son los más elevados en la historia al igual que el gasto programado del gobierno el cual, por increíble que parezca, está enfocado en tres rubros: el pago de la deuda (FOBAPROA-IPAB), gasto corriente (sueldos, prestaciones y gastos de funcionarios) y gasto en seguridad, es decir, ningún proyecto que permita impulsar el desarrollo tecnológico, industrial, agropecuario, etcétera, aún cuando desde el inicio del presente siglo, el gobierno ha disfrutado de ingresos súper extraordinarios derivados de los altos precios del petróleo.

Otro punto no menos importante y que será característico de este ciclo electoral es el relacionado con la corrupción en el aparato gubernamental en general y de la clase política -aquella que toma las decisiones en este país- en particular, cuyas acciones incluso, en el ambiente de violencia que vivimos, se confunden, se esconden, se camuflan con las de aquellos a quienes dicen combatir y eso se reflejará en la lucha electoral.

Ya lo estamos viendo, con campañas adelantadas, con publicidad con apariencia de noticias en horario estelar reportando sobre los logros de determinadas instituciones, siempre con un personaje que las dirige y que casualmente, tiene interés por ocupar algún cargo de elección popular, en cualquier orden de gobierno, en cualquier nivel, de todos los partidos políticos. 

Seremos testigos de una lucha pragmática, por el poder y llena de ataques personales, de un lado la izquierda que no es izquierda, por el otro, la corrupción vieja y la corrupción nueva, sólo que ésta tiene el control del aparato gubernamental y la fuerza del Estado en las calles y está abiertamente dispuesta a no soltar el poder, y ya se saben el camino.

Además, a diferencia del proceso electoral de 1994, al que precedió una elección tan cuestionada, en esta ocasión la autoridad electoral tiene poca credibilidad ante la sociedad y los actores políticos, estos últimos los cuales lo mantienen debilitado pues, la experiencia de 2006 dejó en claro que aquel que controle al árbitro tiene de su lado gran parte del proceso (sino hay que revisar las declaraciones de Josefina Váquez Mota respecto de Carlos Ugalde la semana pasada), por eso no han elegido a los consejeros del IFE, aun en contra de una disposición constitucional. Cómo dicen en el dominó "también con la pluma se gana".

Estamos pues, frente a un escenario complicado como sociedad pues en realidad han estado minando en nuestro inconsciente la idea de participar aunque sea sólo a través de un ejercicio tan básico como el de ir a votar; tendremos un proceso en el que una vez más nos ofrecerán mil cosas sin decirnos exactamente como lo van a lograr, en donde la mierda será el factor común de la lucha política -ya empezamos a ver muestras de ello- con una autoridad electoral vulnerada y con poco reconocimiento social y donde sólo exhibirán lo peor de sus miserias, ante millones de mexicanos y ante el mundo entero, y en horario triple A.

Y mientras tanto seguiremos hundidos en la pobreza, el desempleo y la violencia extrema...

---Alexred---

P.S.

El día de hoy PsychoCircus cumple su segundo aniversario ¡Gracias, muchas gracias a todos por leerme! Sin ustedes este espacio no tendría razón de ser.




lunes, 5 de septiembre de 2011

Día del presidente...

Lo recuerdo bien; el primero de septiembre en mi primera década de vida no significaba otra cosa que un día de asueto, no había escuela o marcaba el inicio del curso anual; mi papá -que trabajaba en el gobierno- se quedaba en casa e incluso organizaba tremendos fiestones un día antes aprovechando la oportunidad de desvelarse -y él no acostumbraba dejar pasarlas-; era día familiar pero también había que estar al pendiente del informe del "Señor Presidente".

No recuerdo los mensajes, pero sí recuerdo que hubo ocasiones en que fueron muuuy largos, pero sobre todo recuerdo la entrada triunfal al recinto parlamentario de al menos dos de los tres presidentes de esa mi primera década, y por ahí un recuerdo vago -de esos que no quieres confirmar- de una ocasión en que Carlos Salinas regresó en un vehículo abierto, en un trayectó donde lució como súperestrella en un desfile en el que incluso la gente aventaba papelitos de colores a su paso, llenaba las calles y se asomaba por las ventanas, a pesar de que con él comenzaron las cosas a cambiar.

Lejos pues de representar un acto republicano en el que presidente asistía a rendir cuentas a los "representantes del pueblo", la ceremonia de apertura del periodo anual de sesiones del Congreso de la Unión se convirtió en la ceremonia del día del presidente, en el que la claese política aprovechaba la oportunidad de saludarlo de mano y aplaudir con gran entusiasmo y a la menor provocación cualquier cosa que fuese lo que dijera.

No es el tema, sin embargo, hay que decir que las reformas político-electorales que permitieron el acceso paulatino de la oposición del régimen al Congreso y la fractura que significó el conflicto electoral del 88, fueron un detonante de los cambios a este tipo de prácticas -que no han desaparecido (hay que ver lo sucedido hoy en el informe del gobernador del Estado de México)- y la misma oposición tuvo un mejor foro para denunciarlas.

Poco a poco el presidente de la República se encontró con un Congreso que ya cuestionaba directamente su actuar, el ritual del día del presidente dejaría de serlo; con la pérdida del control de la mayoría absoluta en San Lázaro por parte del partido oficial, se perdía también el control de la disciplina de los congresistas que caracterizó las seis década anteriores, transformando el otrora día de campo en el que la figura del presidente en turno brillaba como estrella con luz propia y se convencía a sí mismo que era el centro del sistema solar, en un tortuoso trámite constitucional que transitaba entre aplausos de los propios correligionarios y abucheos, interrupciones e interpelaciones directas al propio presidente.

Los legisladores del PAN y del PRD -en éste último caso desde su formación como partido político en las elecciones federales de 1991- y su antecedente el FDN, luchaban por darle al Congreso el peso de un poder constitucional que no tenía y que había sido socavado por el presidencialismo totalitario ejercido por el PRI.

Le tocó a Zedillo, pero fue con Fox donde el sistema posrevolucionario se vio rebasado pues no estaba diseñado para la pluralidad que el Congreso había adquirido y mucho menos para un presidente surgido de las filas de un partido político diferente al que fundó Calles, consolidó Cárdenas, adecuó Ávila Camacho y sirvió a los intereses de una clase política que utilizó el discurso de la Revolución para gobernar durante setenta años.

Aún así, y a pesar de dos presidencias panistas, las cosas no han cambiado mucho; la crisis electoral de 2006 puso al descubierto estas fallas sistémicas llegando al extremo de impedir que Vicente Fox rindiera su informe en la Tribuna de la Cámara de Diputados y, ni que decir de los subsecuentes ya con Felipe Calderón.

Como siempre pasa en estos casos, se optó por modificar la ley -en este caso la Constitución- y se libró al presidente de la obligación de presentarse ante el Congreso, aunque no de la de presentar su informe por escrito, arguyendo entre otras cosas que la ceremonia ya no respondía a los nuevos tiempos "democráticos", lindo eufemismo que sirvió para no decir abiertamente que, dadas las circunstancias Felipe Calderón no podría pisar el Congreso sin ser duramente cuestionado.

Esto al final ha propiciado que Calderón organice un acto privado donde invita a sus cercanos, se para enfrente de ellos y dice lo que él ha denominado un informe de gobierno, una especie de rendición de cuentas que más bien sirve como propaganda política ante un público a modo que no se atreverá a cuestionarlo, o por lo menos no en público ni directamente.

El llamado informe de gobierno, al no tener un marco jurídico que lo regule, no es sino una excusa para que, con el pretexto de rendir cuentas, se organicen tremendas reuniones donde lo más importante no es el derecho de informar que tiene el gobierno, ni el derecho a tal información que tenemos los ciudadanos, sino el lucimiento personal por encima del deber institucional y republicano, sin dejar de mencionar que, en el contexto que nos encontramos, es un foro para justificar sin que nadie pueda rebatirle, la absurda espiral de violencia en la que esta administración ha sumido al país, amén de representar un excesivo gasto público pues a la ceremonia, hay que sumarle la cantidad de spots en radio y televisión, que además se presentan en cadena nacional en horario estelar, la publicidad en medios impresos y las odiosas llamadas a casas particulares.

El que esta ceremonia sobreviva, es una muestra más de que se intenta gobernar como gobernó el PRI durante décadas, sin importar que ninguno de los elementos que permitieron que el presidencialismo priista subsisitiera durante tantas décadas exista en la actualidad.

No sólo es un mal gobierno, sino también un mal imitador.

---Alexred---

P.S. Piensan que de tanto repetir una mentira vamos a terminar pensando que es verdad. No. Yo no.


jueves, 18 de agosto de 2011

...esta guerra yo no la pedí...

En el año de 2006 el país entero fue testigo/víctima de la violencia generada por la lucha en el poder. Ya se habían presentado intentos, como en 1994 donde si bien, la violencia fue entre la clase política, también se amedrentó a la sociedad. La diferencia estribó en que en está última ocasión se buscó acabar -no en sentido literal como en 1994- con el adversario sin importar la fractura de la sociedad, la cual se polarizó como hacía muchas décadas no lo hacía, en dos bandos perfectamente idetificables, basta ver el cuadro del IFE con los muy controvertidos e impugnados resultados de la elección presidencial de ese año.

Pues bien, una vez hechos del poder, el grupo que se dice gobierna este país, en lugar de iniciar un proceso de recomposición social nacional, se dio a la tarea de de hacer más profunda esa división y fue todavía más lejos, pues al sacar al ejército a las calles con el pretexto de entablar una supuesta guerra contra el narcotráfico en la búsqueda de la legitimidad que fue incapaz de obtener en las urnas, en realidad lo que hizo fue establecer un cerco militar de contención social el cual estaría completado una vez aprobada la Ley de Seguridad Nacional.

La mejor manera de combatir al crimen organizado de manera eficiente por un lado, es a través de acciones concretas y efectivas en contra de las finanzas derivadas del negocio ilícito y del lavado de dinero que es dondé se reproduce, la segunda es el combate efectivo a la corrupción, en donde se persigue efectivamente a los funcionarios y políticos ligados a cualquier tipo de actividad ilegal; por otra parte, también tienen que existir políticas públicas tendientes a reducir la desigualdad social, no se habla de políticas asistencialistas que no generan más que clientelismo y fugas en el presupuesto, sino verdaderas acciones que fortalezcan la economía familiar, el ingreso per cápita, a través de la creación de empleos, mejoras al salario, oportunidades de desarrollo para su población en general, pero particularmente a la juventud  através de la educación, el deporte, la salud; también se necesita administrar los recursos públicos de tal manera que generen y fortalezcan el mercado interno. A nadie le conviene un pueblo con carencias, hambre y su juventud frustrada e inconforme a merced de los grupos criminales. 

Por el contrario, tal pareciera que ante la ineficiencia del actual "gobierno" lo mejor es apostar al olvido a través de la política de terror. Porque en realidad la "guerra" se está perdiendo, los pobres siguen aumentado, los ricos lo son más, no existen cifras que demuestren un crecimiento exponencial de los consumidores de droga en el país como sí lo hace la violencia y las muertes ligadas al crimen organizado, hemos perdido liderazgo en el mundo, y nuestra economía ha sido de las que peor se han desempeñado en el continente, se siguen perdiendo empleos y los que se crean son de muy baja calidad o incrustados en la informalidad, el ingreso pierde cada día su poder adquisitivo, hay zonas extensas en el país que el gobierno no controla, ya no es seguro circular por las carreteras, en muchas ciudades se hace más difícil salir, ya no a divertirse solamente, a cualquier hora, la corrupción gubernamental no para, los recursos derivados del crimen organizado -que además son en dólares- son una de las cuatro patas en que se sostiene la economía y por si no fuera suficiente, se ha tenido que recurrir al auxilio de gobiernos extranjeros para que vengan ha realizar el trabajo que el nacional no puede hacer.

Todo está saliendo mal.

Ninguna sociedad avanzada puede aceptar que el ejército se encuentre de manera permanente en las calles, haciendo las labores que están encomendadas a los civiles, y nosotros pareciera que no lo somos, porque no solo lo estamos aceptando, sino además no estamos acostumbrando. Hóy día, hay ciudades/comunidades enteras que claman por la presencia del ejército para que los ayude. Eso es como si yo mandara golpear a alguien de tal forma que terminara en el hospital, y una vez ahí, recibiera una visita mía para saber que fue lo que le ocurrió y yo, con el poder para ayudarle, no sólo le ofrezco protección, sino que además encuentro a sus atacantes y los meto a la cárcel -o los mato-, convirtiéndome así en su héroe y en el único ser humano en el que puede confiar.

Perdón pero no puedo aceptar eso. Aun cuando sé perfectamente que muchos de los problemas que ahora tenemos se gestaron cuando la presidencia era ocupada por el PRI, hemos llegado a éste momento por la impericia, ineficacia, tosudez e ineficiencia del gobierno en turno. Al final, consciente que soy de que hay que erradicar la corrupción y el Estado tiene la obligación legal - y hasta moral- de proteger a sus ciudadanos aun de ellos mismos, esta guerra yo no la pedí.

Así, es evidente que la estrategia es que no la hay, y además, la consigna pareciera ser que hay que reprimir al pueblo que no votó por este grupúsculo aunque en el camino se lleve entre las patas a lo poderosos intereses que lo apoyaron, haciendo que sucediera todo aquello que se supone pasaría con la llegada de López Obrador a la presidencia en el 2006 ¿Se acuerdan del cuento ese del "peligro para México"?

Hoy, mientras Calderón se organiza un show con un grupo "plural de ciudadanos" al que ha denominado "Diálogos por México", en el que sólo le formulan preguntas a modo y para su lucimiento, amén de que el cree seguramente que lo hacen ver como un gobernante democrático, el páís sigue dividido, y con una violencia alarmante que cada vez se acerca más a la ciudad sede de los poderes locales, carente de un liderazgo institucional sólido y con profundos problemas estructurales que impiden esté a la altura para enfrentar los retos y necesidades que plantea la competencia internacional.

En este contexto se desarrollarán las elecciones federales de 2012 y nadie puede asegurar que ahora las campañas serán diferentes en cuanto a contenido... y resultados.

---Alexred---

¡Qué tal el secretario de Hacienda nomeacuerdocomosellama! Ahora no sólo quiere que recordemos su nombre, sino que ya oficialmente dijo que quiere ser presidente. Son de las ventajas de ser amigo cercano de Calderón y no tener más mérito. Frivolidad pura.

lunes, 1 de agosto de 2011

La fórmula Juárez "Justicia y gracia".

En el mundo de la política -la académica y la real- y en el del derecho, se suele hablar de la frase atribuida a Benito Juárez que dice "A los amigos justicia y gracia, a los enemigos justicia a secas".

Si bien la frase seguro responde a una necesidad de la época la cual no voy a discutir ahora -a pesar, incluso de mi consideración acerca de la importancia del contexto- , a la luz del tiempo, estoy cierto que no podría ser menos afortunada, pues es motivo de atropellos y distingos que se supone, ninguna autoridad debería tener para nadie.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua define a la gracia, en la acepción a la que nos referimos, como:
  1. Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita.
  2. Perdón o indulto de pena que concede el poder competente.
Existe, en el caso de la segunda acepción, la facultad que tiene el Ejecutivo para indultar a uno o varios individuos del castigo que por violar la ley se hayan hecho acreedores, pudiendo pasar o no por el veredicto de un tribunal competente, como por ejemplo, una amnístía a guerrilleros, o en un caso extremo pero también real, el indulto a la pena de muerte, cuya pena puede ser conmutada; recuerdo rápidamente, el caso de unos militares en el sexenio de Fox que fueron condenados por un tribunal militar con una sentencia que ordenaba su ejecución de acuerdo con las leyes castrenses, que recibieron el indulto del entonces presidente y su castigo fue cambiado por otro

Pero también existe esa visión muy arraigada en el grueso de la sociedad, en la que tener amigos "influyentes" puede ser sinónimo de búsqueda de impunidad o de acceso a favores especiales que permitan lograr desde una aparentemente inofensiva simplificación de algún trámite administrativo, hasta acciones para lograr una sentencia favorable, un contrato o en casos más graves, perjudicar de manera permanente a un adversario o enemigo.

En cualquiera de los casos, la gracia entendida como favor personal atenta contra cualquier concepto de justicia del que podamos hablar, y más allá, es generadora de corrupción, lo que necesariamente rompe con el tejido social ya que, al basar los valores en la cultura del favor por encima de la de la ley se atenta contra el desarrollo de la misma, pues una sociedad que no es capaz de generar el respeto por el estado de derecho, está condenada a fracasar, debido a que este vicio establece desigualdades de origen que incluso van en contra de la conformación del mismo Estado occidental, burgués y liberal que se estableció a partir de la revolución francesa basado en la igualdad jurídica (y que actualmente ya está rebasado, así de mal estamos). 

Esta reflexión viene a cuento, a propósito de dos cosas; primero, la reiterada tesis aquí planteada acerca de que somos una sociedad en general corrupta, lo cual hay que modificar; y la segunda, porque ante el estado en el que se encuentra el país, es urgente un cambio de rumbo, de estrategia, que nos generen resultados diferentes a los que actualmente se tienen en la mayoría de los rubros.

En el contexto en el que nos encontramos, de violencia y de lucha férrea por el poder político en la antesala de la elección presidencial, el ambiente político se encuentra particularmente agitado por fuerzas que buscan posicionar a tal o cual opción (tan sólo ayer en el D.F. fue lanzada la plataforma política que busca impulsar al jefe de Gobierno de la Capital a la candidatura presidencial de la izquierda), y en ninguna de ellas (incluida la de ayer) se habla, ya no digamos de una restructuración del orden jurídico, sino del hacer respetar las leyes que ahora existen, la resturcturación pues, del estado de derecho, en donde las insituciones cumplan con sus obligaciones y los funcionarios hagan su trabajo en el marco de la legalidad, combatiendo todo tipo de corrupción, y no favoreciendo como ahora lo hacen, a determinados grupos factuales de poder en detrimento del grueso de la población a la que permiten cometer actos de corrupción aparentemente inofensivos para distraernos de sus propios abusos. 

No, no la hay y pienso que esa debería ser la diferencia.

La fórmula Juárez de justicia y gracia quizá prentendía demostrar que la aplicación de la ley debería ser igual hasta para los enemigos sin importar el poder de aquel que acudiera en su auxilio, pero al hacer la distinción graciosa a los cercanos, se abrió la posibilidad de desvirtuar el sentido de la misma para dar pie a un ciclo de corrupción del que nos ha sido prácticamente imposible liberarnos.

---Alexred---

P.S.
Un ciego que vive en Nezahualcóyotl,  después de pedirme ayuda para subirse a uno de los camiones de una ruta en Eje 3 oriente en la que canta para ganarse unas monedas, me preguntó un día después de las eleciones que quién había ganado en el Estado de México, a lo que respondí que según lo publicado, el PRI; enseguida exclamó, no sin gran júbilo, que qué bueno, porque el había votado por el PRI y eso significaba que le activarían su "tarjeta" porque eso le habían prometido que pasaría si ganaban, obvio, después de dársela y seguramente de asegurar su voto.
¡Qué chulada!

lunes, 6 de junio de 2011

Impunidad y corrupción

El problema de este país, y perdonenme por insistir, y de su gente, es la tendencia -casi patológica- a utilizar la ley como marco de referencia para hacer precisamente eso que la ley prohíbe.

La gran mayoría de la gente se ha pasado un alto, le ha pagado al "viene viene" para que le cuide su auto, se ha metido en una fila; así podemos pasar de "simples" infracciones a reglamentos, a cuestiones más graves que pueden ir desde el soborno a un funcionario o policía hasta la comisión de delitos que pueden caer incluso, en el tipo penal.

En la Universidad mucho discutimos del grado de responsabilidad que corresponde a los ciudadanos y aquella que recae en las autoridades. En lo personal, me parece que, si bien somos los ciudadanos los que también cometemos esas, por decirlo suavemente, faltas, es una responsabilidad de las autoridades actuar estrictamente conforme a derecho, lo que necesariamente apuntala la misma autoridad que representan. De hecho, un principio básico del derecho, y, en este caso, de la convivencia social, es el que señala que la autoridad sólo puede hacer aquello que la ley le permite, dejando en contrario, a los ciudadanos, hacer todo aquello que no nos está prohibido.

Con esto quiero llegar a dos puntos, el primero tiene que ver con las autoridades como responsables directas del caos institucional en el que vivimos y que se encuentra acompañado de una ausencia total del estado de derecho, y el segundo con la hipocresía de la sociedad en general, pero de aquella que tiene los medios para influir en el ánimo, comportamiento y opinión de la "masa".

El Estado es un fenómeno jurídico y político, se configura (formalmente) a partir de una constitución política (que puede ser escrita o no) que se convierte en la base jurídica a partir de la cual se desprenderán aquellas instituciones y normas que regularán su funcionamiento y su relación con los gobernados. Si bien están delimitadas las funciones de cada uno de sus órganos, el Estado sigue siendo indivisible, por eso la misma constitución establece la forma en que se van a relacionar éstos entre sí, dejando un margen muy amplio para que algunas decisiones puedan alinearse a los intereses del Estado y puedan ser revestidas con argumentos jurídicos que las doten de legalidad. Pero nada más.

Si la Constitución o las leyes que de ella emanan, prohíben expresamente algo a una institución, funcionario y/o ciudadano, la comisión de una acción en contra de está disposición puede configurar una falta o un delito que amerite una sación y no hay jurisprudencia alguna (no debiera haber) o acto administrativo que pueda revertir este hecho, amén del hecho de que tanto la democracia (a la que tanto aspiramos) como el llamado estado de derecho son vulnerados y se presenta un alto grado de incertidumbre entre la pobación, ya que a una autoridad que no es capaz de respetar sus propias leyes ciñendo su comportamiento y ajustando sus planes y decisiones a éstas, sólo lo separa del autoritarismo una línea muy delgada.

Por eso he criticado y mostrado abiertamente mi rechazo a la política de terror instaurada por este gobierno, y por supuesto a la participación de las fuerzas armadas en funciones de policía, pues no tienen fundamento legal alguno y más pareciera que se trata de amedrentar a la población y tener las tropas desplegadas en caso de una revuelta social.

Pero no es el único caso, en este país hemos pasado de un régimen autoritario de partido único a uno donde la democracia es sólo una simulación, y no sólo el gobierno sino la clase política en general busca, solapa y fomenta la violación sistemática de la ley, la impunidad, pues.

Está el caso de los mineros de Pasta de Conchos; el caso de los niños de la guarderia ABC; el caso de la Ley Federal del Trabajo (este caso es ejemplifica perfectamente lo que sucede: se viola la ley y se propone una reforma que haga legal lo que no lo es en vez de hacer cumplir la legislación actual); la reforma energética y los participación de particulares en áreas exclusivas del Estado; el caso de la industria eléctrica y un largo etcétera.

Mientras tanto -y aquí entro con el segundo punto- vemos campañas de los particulares (por ejemplo el Consejo Nacional de la Comunicación) intentando combatir la cultura de la corrupción... sólo mientras no afecte sus intereses y a nivel de la masa popular, pues lo mismo los vemos con representantes suyos incrustados en los órganos de gobierno, como callando y defendiendo las faltas de los funcionarios de alto nivel. Tal es el caso de affair García Luna, el encargado de la policía que combate al crimen organizado, quien recibió una condecoración del gobierno colombiano sin haber solicitado la autorización del Senado de la República, tal y como lo mandata nuestra Constitución, sopena de perder la ciudadanía.

Vemos en el ejemplo una clara violación a la norma constitucional, básica, por parte de un funcionario de primer nivel, y el silencio de aquellos que nos piden que a los corruptos, rateros, asesinos, etcétera, los llamemos por su nombre, así como una defensa a ultranza de los medios y comunicadores que, por intereses muy fuertes, son incapaces de decir las cosas como sus jefes piden; es el caso de lo mucho que se ha hablado al respecto de este ejemplo, y he escuchado y leido burlarse de la Constitución diciendo que la medida por el incumplimiento del trámite, es anacrónica, al mismo tiempo que muestran su ignorancia al confundir nacionalidad con ciudadanía. Esos son "nuestros líderes de opinión".

¿Esas son las autoridades que merecemos? ¿Qué podemos esperar si el funcionario encargado de la operación de la lucha contra el crimen organizado -la cual está fuera de la legalidad- no es capaz de respetar la disposición constitucional de un simple trámite administrativo? ¿Qué autoridad moral puede tener el gobierno -y toda la clase política- para demandar el cumplimiento de la ley? ¿De verdad tenemos las autoridades y los medios de comunicación y la sociedad que merecemos?

---Alexred---

P.S. Ya lo he escrito aquí: Cuando un grupo llega al poder su primer objetivo es no perderlo, y estos ya se saben el camino, comienza pues el estiercolero con rumbo al 2012, sólo no olviden que quien escupe para arriba...

jueves, 19 de mayo de 2011

Sobre el Fut...

Amo el fútbol, de niño siempre quise ser futbolista profesional, recuerdo que ver una pelota rodar en cualquier lugar era el pretexto perfecto para ir tras de ella y patearla hacia una portería, incluso, imaginaria. En varios momentos de mi vida llegue a tener el registro de los resultados de la liga nacional por semana. Esto siempre estuvo acompañado de las "cascaritas" con los cuates en la colonia, o donde fuera. Comencé a aprender del juego a los diez años y luego, cuando tuve la oportunidad de jugar, simplemente lo hice. Me fue bien, a los dieciocho años jugaba para un representativo de la UNAM, en el que en ese año fuimos campeones de una de las ligas amateurs más imprtantes del Valle de México, y subcampeones de un torneo en una universidad privada, creo que fui segundo lugar en la lista de goleo, de ahí nos seleccionaron a seis para jugar con las reservas del Atlante, quienes conocen esta historia recordarán los factores que me hicieron considerar la situación y no aceptarla, el resultado fue que me decidí por la escuela.

Desde entoces sólo he jugado ocasionalmente, en ligas de soccer y futbol rápido, me sigue apasionando ver un buen juego por la televisión y con poca frecuencia asisto a los estadios, donde la fiesta del balompié se convierte en una experiencia única.

Conforme han pasado los años, si bien mi pasión por este deporte no ha cambiado, cada vez más estoy consciente del papel polítco y social, económico y cultural, que tiene un deporte que es capaz de paralizar durante dos horas a casi toda una nación.

Incluso he escrito al respecto, justo hace un año, para Palabras Aparte, con motivo del número dedicado a este deporte en el contexto de la celebración de su justa internacional más importante: el mundial de Sudáfrica. Aquí el link por si les interesa: http://inicio.palabrasaparte.com/index.php?option=com_content&task=view&id=170&Itemid=73 Por supuesto es una visión crítica en el mismo sentido de este Psycho.

Así, hoy he decidido ocupar este espacio para hablar de futbol, porque me parece que, si bien debemos disfrutar de los juegos de finales de este fin de semana, también debemos ver los aspectos extradeportivos que los rodean y que desde mi punto de vista afectan al deporte pero también nuestra realidad.

Es un hecho que el futbol es el deporte nacional. Lo es porque es el que tiene mayor número de seguidores, una liga profesional más que rentable, estadios construidos ex profeso para jugar futbol, audiencias televisivas y radiofónicas aseguradas -inclusp ahora hasta por internet se puden ver juegos en vivo- que permiten una posibilidad infinita de exposición a los anunciantes/patrocinadores, porque genera millones en ganancias; pero también lo es porque genera expectativas entre los aficionados, es al mismo tiempo un factor de distracción y una válvula social. Es pues, no sólo un deporte, sino también es un espectáculo.

Y como espectáculo directivo de masas y de millones de dólares, calendario y a veces hasta resultados son susceptibles de manipulación. Ha sucedido en países con ligas de primer nivel, así que para el caso de la liga mexicana, la duda es razonable, sobre todo si analizamos algunos casos relacionados con el poder.

Así, hoy es el partido de la final de la liga mexicana entre Pumas y Monarcas. El primero, el equipo de la Máxima Casa de Estudios, que se mantuvo en primer lugar hasta la última fecha cuando lo derrotó su más odiado rival, el América, en C.U., en un partido dónde no sólo no lo eliminó, sino que perdió el primer lugar general, el invicto en su estadio y por el único marcador que no los enfrentaba en la fase de luguilla -una etapa en la que hacía mucho tiempo no se veía clasificar juntos a los cuatro equipos considerados grandes por tener una afición nacional y no regional (América, Chivas, Cruz Azul y Pumas), un 0-2 para el olvido pues Pumas quién sabe a que jugó. Ya instalado en la siguiente fase, el rival fue Monterrey, quien defendía el título y que en su estadio le puso un "baile" a los Pumas que recibió tres goles pero alcanzó a meter uno. En el juego de "vuelta" en Ciudad Universitaria, un Pumas necesitado de dos goles, salió a la cancha a pasar por encima de un Monterrey que inexplicablemente salió a la cancha a hacer acto de presencia al grado de parecer que sólo esperaba que le anotaran los tantos y se acabara el partido, como efectivamente ocurrió. Ya en la semifinal, las Chivas y los Pumas nos han brindado un espectáculo digno de caulquiera de las mejores ligas del mundo.

Por su parte Morelia, le ganó a un América que parce que sólo sirve para consolidar impuestos reportando sus pérdidas al corporativo al que pertenece, que por lo demás reporta excelentes ingresos, en el Azteca, y le concedió 20 minutos al equipo de Coapa en Morelia, para llegar al marcador deseado, es decir salió, como el Monterrey a hacer acto de presencia, sin embargo, al América no le alcanzó el gas y después del minuto veinte, los Monarcas los arrollaron. Después en el juego con el Cruz Azul, por alguna extraña razón, los cementeros no golearon a los Monarcas en el Estadio Azul. En el juego de vuelta, los Cementeros salieron a perder el partido contra un equípo, no hay que olvidar, oriundo de la misma entidad de la que es originario Felipe Calderón.

El día de hoy, comienza el primer juego de una final donde para llegar a ella, sucedieron muchas cosas raras en un país que necesita distraerse de la masacre que está sufriendo.

Me parece a mi, que así no es el Futbol...

---Alexred---

P.S. Desafortunado el humor negro de Calderón el día de hoy:
"Déjeme le cuento -dijo a Peter Greenberg, en entrevista en Las Vegas, Estados Unidos- yo vi a miles, miles de spring breakers en México divirtiéndose y tengo entendido que los únicos shots que recibieron eran de tequila, a muchos de ellos y nada pasó, me han contado eso gente de confianza".

jueves, 5 de mayo de 2011

Ojo por ojo...

Un catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, buen amigo mío, me sugirió dejar de lado a Calderón y enfocarnos -me decía- en otros aspectos, como política internacional, que nos permitan comprender nuestra propia situación.

Atiendo la sugerencia no sin antes establecer dos puntos: en primer lugar, me parece que dadas las difíciles circunstancias por las que está pasando el país, no puedo dejar de lado a Calderón, pues me parece de suma importancia hacer marcaje personal a lo que considero que es su política incorrecta; segundo, no será la primera vez -ni tampoco la última- en que se hable en este espacio de temas internacionales. Establecido pues lo anterior, comencemos entonces este ejercicio.

El día que Barack Obama recibío el Premio Nobel de la Paz en Suecia, sin saberlo del todo el mundo asistió impávido a la fecha histórica en que las posibilidades de paz para el mundo estaban siendo sepultadas. El discurso del presidente de los Estados Unidos de América del Norte en la ceremonia solemne, estuvo lleno de alusiones al derecho de este país a defenderse de la amenaza del terrorismo. Amenaza que amén de significar una pesada sombra que amenza a la humanidad en su conjunto, ha servido de pretexto perfecto para realizar acciones que, con toda seguridad podríamos considerar terroristas, por parte de la potencia.

Ese día,  por la tarde, en una discusión acalorada una magistrada de Circuito -discusión extraña pues en realidad me parece que defendiamos el mismo punto, aunque desde puntos de vista diferentes- me decía que era normal, al final Obama era parte del stablishment estadounidense y dificilmente haría cambios sustanciales en la política internacional de su país. Yo le decía que estaba de acuerdo, pero no había que olvidar que aun así, las circunstacias personales del ex senador y su campaña política toda, habían generado un clima de confianza no sólo en el electorado estadounidense, sino en el mundo, confianza perdida por la política agresiva, belicista, generadora de caos internacional que caracterizó a su antecesor (Bush Jr.) y los "halcones" que lo acompañaron y sin embargo, no dejaba yo de observar que una de las características de la política internacional en la historia de las relaciones internacionales, era la visión de la guerra como medio para alcanzar la paz (esto tiene que ver con el "Realismo Político"). 

En septiembre de 2001, el presidente Bush, quién había ganado las elecciones habiendo registrado el mayor número de votos de los distritos electorales pero no así el mayor número de sufragios de los electores -paradojas del sistema de elección de aquel país-, en un proceso muy discutido contra el ex vicepresidente demócrata Al Gore, se encontraba en una situación política muy complicada, registraba una caída fuerte en las preferencias de los ciudadanos estadounidenses, no ejercía un liderazgo político, enfrentaba una caída de la economía bastante sensible y parecía torpe (en realidad lo es, además de ignorante).

Ese era un poco el contexto en el que se desarrollaba la presidencia de este individuo cuando súbitamente se dieron los lamentables acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. A partir de ese día, la economía de guerra de la nación imperial, comenzó a funcionar y sus resultados económicos curiosamente sólo beneficiaron a algunas empresas y personajes, comenzando por el círculo cercano al mismo presidente. La "guerra contra el terrorismo" se convirtió en la excusa perfecta para establecer un imperio de terror contra Estados -"amigos", no amigos y enemigos- y personas de todo el mundo, y llenó el hueco que había dejado el enemigo vencido a principio de los años noventa del siglo pasado, aunque de manera más peligrosa. La gente en Estados Unidos, presa del miedo alimentado por el propio gobierno, aceptó incluso leyes que vulneraban sus derechos, esos derechos que con tanto orgullo habían presumido durante sus más de doscientos años de vida independiente y por los que precisamente lucharon los "Padres de la Patria".   

Obama surgía con frescura a la antesala de la elección presidencial, la selección del candidato del partido demócrata, como un político joven, negro, hijo de padre africano y madre estadounidense y sin vínculos muy visibles con el stablishment, ganó la voluntad de los delegados y sus electores demócratas para ser el titular de la contienda presidencial por su partido. Con un discurso del cual al paso del tiempo se puede decir que llenó los oídos de la gente que no se sentía representada por los políticos, primero le ganó en la interna a la también senadora H. Clinton y después por amplio margen la presidencial al también senador por el Partido Republicano J. McCain.

Sin embargo, ya en la presidencia, quedó evidenciado el poco campo de acción que puede tener el que se considera es el hombre más poderoso del planeta, debido a los fuertes intereses que convergen en el sistema político y económico del sistema de aquel país.

Hoy, Obama, en la antesala del proceso electoral en el que busca la reelección, ha sentenciado "Se ha hecho justicia"; ésta es la frase con la que se califica la muerte Osama Bin Laden en manos de militares estadounidenses, donde los Estados Unidos han confirmado el derecho autoproclamado derivado de la doctrina de la "Guerra Preventiva" de realizar acciones en cualquier lugar del mundo para "salvaguardar su propia seguridad y la de sus ciudadanos", aún cuando esas mismas acciones no se distingan mucho de las que realizan aquellos a los que dice combatir y signifiquen el inició de una era en donde puede imperar lex talionis.

Obama pues, habrá dado un paso gigante en sus aspiraciones electorales, pero ya no tiene argumentos para decir que es diferente a lo que dijó en la campaña anterior lo diferenciaba a él de los demás políticos y lo ubicaba como mejor opción, más que el color.

La magistrada me decía que si había guerra, entonces las relaciones internacionales habían fallado, en franco ataque a mi persona, a lo que respondí que no, las relaciones internacionales apoyadas por otras ciencias y disciplinas explicaban perfectamente lo que sucedía e incluso proponían alternativas.

Hoy me parece que esto sigue siendo cierto.

---Alexred---

P.S. Hoy cumple una año en la red la revista digital Palabras Aparte, un año no sin visicitudes pero con perpspectivas fenomenales. Un abrazo para todos sus colaboradores que siempre realizan un gran esfuerzo, y larga vida ¡Felicidades!

P.S. 2 Muchas simetrías entre la guerra contra el terrorismo y la guerra contra el narcotráfico ¿Tendremos nuestro Osama (Chapo) Guzmán durante el proceso electoral federal que se avecina? 

P.S. 3 No hay peor mal para un pueblo que el causan sus dirigentes cuando no lo escuchan...

viernes, 22 de abril de 2011

Reclamo popular, contención social.

"La democracia es gobierno de opinión, una acción de gobierno fundada en la opinión"-G. Sartori

Cada vez somos más los que estamos dispuestos a manifestar nuestro legítimo desacuerdo con la política de violencia institucional instaurada por Calderón. La marcha convocada por el poeta Javier Sicilia en Cuernavaca el seis de abril pasado, fue el detonante para que se organizara la población en diferentes ciudades y se manifestaran en contra de una "guerra" que no lo es y tampoco es de nosotros.

Estudiantes, amas de casa, obreros, profesionistas, poetas, escritores, políticos, actores, periodistas, fotógrafos, miles de personas que levantan la voz y piden un cambio en la estrategia que no ha solucionado el problema del tráfico ilegal de drogas ni de sus negocios derivados y concurrentes y en cambio, nos ha metido en una espiral de violencia y muerte de la cual el gobierno parece beneficiarse.

Me explico. Si en realidad el gobierno quisiera combatir la producción y tráfico de drogas en el país, en vez de sacar al ejército a las calles debió fortalecer a las autoridades financieras a efecto de controlar y detener el flujo de capital derivado del narco; al mismo tiempo, pudo iniciar la depuración de las policías, comenzando con la federal para después continuar con las locales; una estrategia integral no podía carecer de un programa social que incluyera más y mejores empleos -que además fue una promesa y lema de campaña- así como espacios de oportunidades, laborales y académicas, para los millones de jóvenes susceptibles de caer en las manos del crimen organizado. No hubiera sido una excelente manera de legitimar su cuestionado mandato.

Sin embargo, Calderón prefirió la violencia.

El 2 de febrero de 2010, escribí aquí, en "Hablando de Legitimidad" que Calderón ...De hecho, presenta un problema que es más grave aún: suponiendo -y como dicen los abogados, sin conceder- que hubiera ganado de forma apretada pero con una contundencia tal que no hubiere dejado lugar a ninguna duda, sigue apareciendo un problema de legitimidad serio, y es que en la elección de ese año, votó poco más de la mitad de las personas que podían hacerlo -alrededor del 58%-, y de ese total, sólo votaron por él ¡alrededor del 35% por ciento!*
Por eso fue tan grave la acusación de fraude, tenemos (¿tenemos kimosabi?) un tipo sentado en la silla presidencial, por el cual votó el 21% de la población en edad de votar, acusado de fraude, y tomando decisiones que afectan la vida de 110 millones de mexicanos, peleado con todos, sin apoyo real -ni siquiera un poco sólido- de su partido, y todo en nombre de "la mayoría de mexicanos que votaron" por él, rodeado además de un equipo que a todas a luces a demostrado una gran incapacidad política y administrativa, que tiene hundido al país en una de las peores crisis -de esas que presumían eran sólo priistas- económicas, políticas y sociales en México, y lo que es peor, nos tiene metidos en una "guerra" inventada por él -buscando legitimidad-, sin ton ni son y que a todas luces está perdiendo, pues tiene al país entero metido en una escalada de violencia sin precedentes.

Poco más de un año después, los resultados son por demás alarmantes: 40 mil muertos, y la cifra sigue aumentando; se ha incrementado el precio de las drogas; hay amplias zonas del país que controlan completamente los grupos delincuenciales, incluso cobran impuestos y controlan sectores de producción y cadenas comerciales legales e ilegales; se registra un aumento ligero de la población que consume drogas; hay una creciente descomposición social y la perspectiva de que empeore es real; hay participación de elementos de las fuerzas armadas en el negocio ilegal; transitar por las carreteras del país hoy es menos seguro que nunca; y un largo etcétera.

Vemos pues, que hay razones suficientes para manifestarse en contra con fuerza.

La respuesta de Calderón sigue siendo "violencia". El mismo día de la marcha, García Luna decía que la violencia durará siete años más, es el proyecto trans-sexenal. Calderón no se cansa de decir que no hay propuestas y que entonces la suya se seguirá llevando a cabo. Ni los veo, ni los oigo. Ayer el Secretario de Marina decía -según información de La Jornada del día de hoy- que en vista de que las autoridades civiles estatales han sido rebasadas por el narcotráfico, el Ejército y la Armada son los únicos que pueden garantizar la seguridad de la población ¿No es esto acaso una aceptación tácita del estado de excepción en el que nos encontramos? ¿Estamos en la antesala de la toma del poder militar?

Más aún, La Jornada ha estado hablando del dictamen/proyecto de ley sobre Seguridad Nacional que criminaliza la protesta social y autoriza al ejecutivo a utilizar el ejército en su contra si amenaza la seguridad del Estado. El Estado Mexicano preparando el autogolpe de Estado.

El pretexto es la lucha contra el narco, lucha que desde mi punto de vista es falaz pues, ya lo he dicho, el negocio del narcotráfico genera tantos millones de dólares al año que el gobierno no puede sino controlarlo, pues es uno de los pilares de una economía que no tiene dirección. La realidad, me parece, es la contención social. Si no ¿para qué tanto gasto?

---Alexred---

P.S. El presidente "electo" por el 21% de la población, ha decidido ir a la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II, en representación dice del Estado Mexicano, en un acto que atenta contra el principio de separación Iglesia/Estado. Presidente faccioso, que expone en un comunicado de prensa cuyo título se refiere a su gira a un Estado sudamericano, su decisión. Pero ¿no tomó así posesión del cargo?  

lunes, 4 de abril de 2011

¡NO MÁS SANGRE!

La pérdida de un ser querido siempre significará la existencia de un dolor profundo en ese hueco que en el corazón deja su partida. 

La semana anterior, el hijo de un connotado escritor y poeta -Javier Sicilia- fue encontrado junto con seis de sus amigos, muerto, asesinado, vejado, en un auto en Temixco, Morelos. Este hecho que por sí solo es motivo de indignación, pasa a formar parte de los números rojos en el marco de la absurda violencia en la que se encuentra el país, pero abre más una herida en el México inconforme por la estupidez oficial: como siempre en estos casos, la autoridad y los medios de comunicación relacionaron a las víctimas con el narcotráfico. Cómo pasó con los niños asesinados en Ciudad Juárez. 

Los únicos en este país que no son responsables nunca son aquellos a quienes se les confirió un mandato popular y por ello son lo más responsables. ¡Upsss! Quizá sea por esto que al actual gobierno le vale madre la población.

Esta semana, Javier Sicilia ha escrito una carta abierta en la que pide al gobierno haga su trabajo y a los criminales que recuerden esos códigos con los antaño se comportaban. Además del dolor, de la rabia e impotencia que por su tragedia se puede sentir, podemos leer la sensatez de cualquier ciudadano agredido, ofendido por lo que sucede en México: si no pueden renuncien recuerda el escritor y agrega acompañemos la frase con movilización social, y ante la inevitable existencia de malandros les pide que reconsideren su estrategia pues así como van seguro obtendrán el poder pero gobernarán sobre un montón de osarios y seres amedrantadosy destruídos en su alma.

Actuemos pues, demandemos, exijamos que se detenga el río de sangre, la legitimidad de Calderón nos ha costado ya más de 35 mil muertos ¿Acaso no es suficiente?

Hay que reconocer que el narcotráfico y sus negocios derivados y concurrentes generan al año miles de millones de dólares. Es un negocio que por su importancia el Estado debe controlar, si no administrar, recordemos que una de las razones por las que nuestro peso se ha mantenido "fortalecido" a pesar de la crisis internacional es precisamente por los dólares que han entrado por dos conceptos: petróleo (y lo están regalando) y narcotráfico. Por esto no creo en la guerra contra el narco.

Pero aboguemos por la erradicación del negocio de las drogas, entonces el Estado debería seguir la verdadera ruta del dinero que se lava por el narcotráfico y sus negocios derivados y concurrentes. No como se ha venido haciendo con medidas que buscan hacer más cautivos a aquéllos que sí pagan impuestos; a este país además, le urge una reforma hacendaria que elimine aquellas prebendas que benefician a los grandes corporativos y amplíe su base tributaria con aquellos que no pagan impuestos o se les condonan a costa del desarrollo de la mayoría.

¿Por qué seguimos teniendo un incremento exponencial de los recursos destinados a la violencia y no tenemos un incremento en la inversión en educación, ciencia y desarrollo tecnológico? Hay que darle a los jóvenes las posibilidades de un futuro en el que puedan desarrollar sus habilidades, no meterlos al ejército ¿O cómo piensan que llegaremos en cincuenta años a ser una potencia? China comenzó en 1973 su cambio de política económica, política y cultural ¿Y nosotros cuándo?

Tenemos que dejar atrás la cultura de ilegalidad legalizada. La autoridad debe comenzar por cumplir y hacer cumplir la ley, no dejar que la leyes se incumplan y después cambiar la ley para hacer las prácticas ilegales legales. Los grupos de extrema derecha hablan de esto en el caso del aborto (en el cual estoy de acuerdo) pero no dicen nada de las constantes violaciones a la legislación laboral, a la Constitución en materia de energéticos (generación y distribución de energía eléctrica por ejemplo) por mencionar algunos rubros. Basta con leer los primeros veintinueve artículos de la Constitución Federal para darse cuenta de que nada de ahí se cumple.

Escuelas, fuentes de trabajo, salarios dignos, cumplimiento de la ley primero por parte de las autoridades y después por los gobernados, justicia social, justicia, equidad, legalidad, seguridad,  así como la creación de un ambiente propicio para los negocios privados y el mercado, son algunas de las funciones del Estado que se han dejado de hacer.

Así, el gobierno se ha convertido pues en un combatiente más, así como los narcos, y ha claudicado de sus funciones para meterse en una guerra por un negocio que pareciera en vez de erradicar, quiere controlar y como todo en estos diez años, lo está haciendo mal.

Javier Sicilia tiene razón cuando dice que estamos hasta la madre de los políticos, que ni controlan, ni resuelven, ni mucho menos cumplen con su cometido, no hacen pues, su trabajo.

¡Exijamos NO MÁS SANGRE!

---Alexred---

P.S. Vuelvo entonces a preguntar ¿Cuánto más vamos a aguantar?

martes, 22 de marzo de 2011

Violencia y desmadre generalizados.

Estamos a un año y medio de las elecciones presidenciales y me parece que el escenario está puesto para que tengamos un clima de violencia y terror durante las campañas políticas.

Me explico. Hay un consenso general respecto de que las acciones emprendidas por Calderón en contra del "crimen organizado" respondieron a la necesidad de obtener la legitimidad no encontrada en las urnas. También es un hecho que el tema de los derechos humanos se ha visto dañado debido al incremento de las acciones del ejército y la armada en los operativos realizados en el marco de esta primero llamada guerra y ahora rebautizada como lucha. Es decir pues, que las actividades -que por lo demás no tienen sustento constitucional- de las fuerzas armadas en las calles, como policías, han vulnerado las garantías individuales y los derechos humanos de muchos connacionales, ya que también es un hecho que la preparación militar es enfocada a que los soldados actúen en circunstancias de guerra y no como simples policías. 

Esta situación sola ya ha generado cierto temor -por supuesto fundado- en un sector de la sociedad -sobre todo en aquellos que hemos sido críticos de la forma en como se ha generado y propiciado la violencia en todo el territorio nacional- respecto de que la presencia del ejército en las calles, por una parte, y la generación del clima de violencia tan exacerbado, sea un ingrediente más para inhibir la participación política de la ciudadanía en los asuntos electorales en particular, pero en general en su participación política.

La razón es simple, la violencia genera violencia, y aunque parezca esto un lugar común, nunca desde la guerra cristera en el México pos revolucionario, ha sido tan palpable. En efecto, hemos sido testigos de como una guerra sin planeación, ha generado un espiral de violencia sin precedente en nuestra historia. La cantidad de muertos que señalan las cifras oficiales y no oficiales, ronda los 35 mil muertos, número suficiente como para asegurar que lo que sucede en México es una especie de guerra civil, donde mexicanos que luchan por controlar cierto territorio matan a otros mexicanos que tratan de defenderlo y al mismo tiempo expandirse, y a su vez se van en contra del gobierno que los persigue y al que acusan de participar parcialmente, es decir, apoyando a alguno de los bandos, y en medio de esa lucha el resto de la población que no participa y sin embargo es víctima directa de esta guerra.

En este contexto, surgen expresiones de la oficialidad en la que abiertamente se asegura que a los "violentos" se les combate con la misma violencia. Es el caso del general retirado Bibiano Villa, quien se ha dedicado a la lucha contra el narco desde la posición de seguridad pública de un par de entidades federativas. Él dice -palabras más, palabras menos- que cuando encuentra narcos los mata sin piedad, pues hacen más daño a la sociedad estando vivos, amén de cuando a él lo agarren ellos no tendrán piedad para acabar con él.

Este es otro síntoma del desmadre generalizado en el que nos encontramos pues cuando la autoridad actúa de este modo, en nada se diferencia de aquello que se supone está combatiendo; no hay que olvidar que a las autoridades les asiste la ley, que esa ley está de su lado y que si de pronto la ley no funciona, eso estás más relacionado a que la legislación está diseñada -se supone- para funcionar en tiempos de paz, y que no hay adecuación de la ley para un combate como el que se dice se está llevando a cabo, lo que hace todavía más peligroso este tipo de acciones pues queda demostrado que no había una estrategia clara y definida cuando se decidió emprender las mismas.

Sin embargo, resulta más grave que otro sector de la población apoye estas medidas, lo que quiere decir que hay personas que comienzan a preferir la violencia de facto institucionalizada que, no está de más decirlo, se encuentra completamente fuera de la ley; es decir, la autoridad actuando de manera extralegal y con visos de un incipiente apoyo popular. Nada peor nos puede suceder.

Me pasó con un compañero en la facultad, él es policía federal, y en uno de sus trabajos que además pretende presentar como tema de tesis para titularse, asegura que el estado de derecho simplemente le estorba para hacer su trabajo, que a los criminales no los pueden torturar aunque se lo merezcan debido a las leyes que son restrictivas y no permiten que ellos -los policías- realicen su trabajo ¡Así piensan! (Y yo tengo su escrito).

El problema es la estrategia, el problema es la manera en que decidieron atacar el problema, los motivos, sobe todo, que los llevaron a tomar la decisión. Imaginemos ahora esta disposición de la población para aceptar que las autoridades utilicen métodos extralegales y actúen como los mismos criminales, acostumbrados todos a esas actuaciones del ejército de manera formal y del ejército camuflajeado a través de sus generales retirados; imaginemos ahora una contienda presidencial en donde Calderón se ha dado a la tarea de no dejar que regrese el PRI a Los Pinos, como Fox lo hizo con López Obrador con los resultados que todos conocemos, ahora sumémosle el clima de violencia (y desmadre) generalizado en el que nos encontramos: espero equivocarme.

---Alexred---

P.S. La industria petrolera en México durante un tiempo fue palanca de desarrollo y orgullo nacionales; después dejó de ser nuestra para convertirse en apoyo financiero de los gobiernos priistas al mismo tiempo que sólo permitió el saqueo para unos cuantos, es decir, PEMEX desde entonces no ha sido de todos los mexicanos, pero servía a intereses del gobierno en turno y alcanzaba para el reparto del botín. Una década de gobiernos panistas han completado el desmembramiento de PEMEX y su industria. En lugar de hacer una empresa que sirva para los intereses nacionales, que además mantiene a flote a los gobiernos de corte neoliberal, han decidido repartir el pastel a intereses extranjeros pasando por encima de la Constitución. Se nos va pues una última oportunidad para aspirar al desarrollo nacional. Requiem por PEMEX... y por la viabilidad del país entero.

viernes, 11 de marzo de 2011

Operación Distracción 2

En un ejercicio de análisis/debate en una de mis materias en el posgrado, discutíamos sobre lo que significaba la visita de Calderón la semana pasada a Estados Unidos para entrevistarse con su homólogo Barack Obama.

Me llamó mucho la atención que la discusión se basara en dos temas, la supuesta premura de la visita, que en franca alineación con lo que se dice en los medios, mis compañeros decían que fue básicamente para que Calderón rindiera cuentas acerca del asesinato del agente de migración ocurrido en una carretera mexicana; el segundo punto se refería a la situación del embajador estadounidense acreditado en México respecto de sus relación con el gobierno mexicano, dañada sobre todo por los informes publicados por Wikileaks en los que el Embajador da cuenta a su gobierno de la situación política prevaleciente en nuestro país. Está situación, decían en igual alineación con lo que se dice en los medios de comunicación, provocaría que Calderón solicitara el retiro del diplomático a su homólogo.

Respecto del primer punto, una compañera que trabaja en una dependencia federal que maneja o por lo menos sabe de esos asuntos, dio una información que me pareció relevante. Ella decía que no había que confundirse ni mezclar las cosas, pues la reunión en los términos en que se llevó a cabo, se planeó desde la última visita que realizó la Secretaria de Estado de nuestros vecinos del norte, Hillary Clinton; reunión que se caracterizó por la urgencia con la que se organizó precisamente por la revelación de los cables -secretos- que serían difundidos en México; por lo que se descartaba la coyuntura del asesinato como causa de la visita de Calderón a aquel país. Explicó que es muy complicado empatar las agendas de los mandatarios y, dadas las circunstancias, la visita de la Clinton fue parte de una especie de operación destinada a paliar de manera rápida, los posibles efectos de la revelación de los multimencionados cables, ante la imposibilidad de que lo hiciera el propio Obama, al final para eso es la Secretaria de Estado.

Me quedo con esta explicación, sin obviar que el tema seguro fue tratado, pues para los estadounidenses ese tipo de cosas son consideradas como agravios y, tal como se mencionó en la entrega anterior, la velocidad con que se dio con los presuntos responsables del asesinato del agente estadounidense, me hace pensar en una acción en la que la inteligencia de aquel país tuvo una participación directa. Sólo hay que destacar que entonces hubo un pésimo manejo de comunicación por parte del equipo encargado de ello en los Pinos y en SRE.

El segundo punto, la mayoría se inclinó por la solicitud de retiro del embajador "incómodo". Según la información en periódicos, se hablo de ello, es decir Calderón solicito el cambio de embajador. Todos conocemos el resultado: el Departamento de Estado señaló en conferencia de prensa un día después de la visita presidencial mexicana, que no tendría porque mover al embajador Pascual, pues -si no mal recuerdo, pues cito de memoria- está prestando un excelente servicio a su país. Es decir, no lo van a mover.

Yo pregunté que por qué tendrían que mover al embajador, bajo qué argumento -ya que esa fue la opinión de la mayoría en el salón-.

Aquí mi explicación: La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1964 (fecha en que entró en vigor) establece como una de las funciones principales de la misión diplomática, de la cual el embajador es el jefe, la de "enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y la evolución de los acontecimientos en el estado receptor e informar sobre ello al Estado acreditante"(Art. 3d). 

De lo anterior se desprende que los informes que el embajador realizó y envió a su gobierno, se encuentran dentro del marco legal internacional del que México es parte, no hay que olvidar que dichos cables son secretos y que su difusión se debe a una filtración que tuvo como origen al mismo gobierno estadounidense por lo que la secrecía diplomática, también protegida y regulada por esta Convención, no fue violada, al menos no por otro Estado, en ningún caso. Es decir, el Embajador realizó su trabajo, y sus opiniones, como tales,  se encuentran matizadas de la subjetividad, del punto de vista de quien las escribe, las cuales son válidas para el país receptor que lo acreditado como su representante. Por eso el "espaldarazo" a la labor del Sr. Pascual por parte de su gobierno.

Sin embargo, el gobierno mexicano, si es cierto como se maneja en la información política de los periódicos nacionales que está molesto con el embajador al grado de llevar al nivel más bajo la interlocución con él, hubiera podido realizar otras acciones permitidas por la vía diplomática -y está es otra de las razones por las que la coyuntura no da para pensar que fue otro de los motivos del viaje- como la declaración de persona non grata, y apegarse a la Convención.

Me explico. El artículo 9 de la Convención citada, nos dice que en cualquier momento el Estado receptor podrá declarar a cualquier miembro de la misión como persona non grata, lo que en la práctica significa su expulsión, sin tener que exponer los motivos de su decisión. Es decir, existen los mecanismos para solicitar/obligar la salida del embajador, pero me parece que no es el caso, me parece que no se solicitó eso, de ser así, la respuesta del gobierno estadounidense seguro significa un "portazo en la naríz" a Calderón, lo que en vez de fortalecerlo lo debilita más. Sin embargo, hay señales que permiten pensar que no es el caso, como la presencia de Pascual en la respectiva ceremonia protocolaria en Estados Unidos con los Jefes de Estado, por ejemplo.

La discusión sobre el asunto del Embajador es entonces una cortina de humo para distraer la atención de otras cosas que son más importantes, como el asunto no aclarado de las actividades del agente que fue asesinado. Además, como lo mencionó la misma compañera, de ser el caso, el retiro del embajador en México mandaría la señal de un movimiento de todos los embajadores involucrados en el asunto Wikileaks, y esto sí es como más complicado, aunque no dudo que la constante publicación de más y más cables desgasten necesariamente al Embajador y definitivamente tenga que salir, pero esto llevará un poco más de tiempo.

---Alexred---

P.S.

El conflicto entre las televisoras y la compañía telefónica da una excelente oportunidad para acabar con los monopolios y arreglar esos mercados, oportunidad dada por ellos mismos, los detentadores de esos monopolios. El problema son las autoridades que o no tienen la fuerza o son parciales. ¡Lástima!



viernes, 25 de febrero de 2011

Operación distracción.

El 21 de abril de 1914, los marines ocuparon el puerto de Veracruz, en el contexto de la lucha del ejército Constitucionalista contra el ejército Federal, específicamente contra el gobierno del tirano Huerta, este hecho significó la segunda invasión estadounidense a México; el pretexto fue -y cito de memoria- un incidente con unos marinos borrachos en Tampico, fueron detenidos por autoridades de la localidad pues habían hecho algunas estupideces, su detención fue considerada como un acto de agravio por la marina gringa que solicitó como reparación moral que se ondeara la bandera de Estados Unidos en el puerto y se le rindieran honores con cañonazos y todo. Ante la negativa, la invasión. Según Adolfo Gilly, la representación de la nación fue tomada por Carranza, quien exigió al gobierno invasor la inmediata salida de sus tropas. 

El 15 de marzo de 1916, el general Pershing incursionó en el territorio mexicano con 12 mil hombres con la intención de encontrar al general Francisco Villa, quién apenas seis días antes había atacado la ciudad de Columbus, en la que representó la única invasión sufrida por el vecino del norte, y la única invasión latinoamericana hecha en ese territorio. Una vez más Carranza, ahora como presidente, tomo medidas serias e importantes, que desembocaron incluso en enfrentamientos entre el ejército federal, a su mando, y el ejército yanki.

En la época del México pos revolucionario -en el plano nacional- y en el marco de la Guerra Fría -en el plano internacional-, el discurso del aparato gubernamental mexicano fue de contención contra acciones estadounidenses lo que junto con los hechos históricos, sembró en la población un espíritu antiyanqui, sin embargo, documentos desclasificados y hechos públicos de agencias de inteligencia de ese país, revelan una estrecha colaboración de prominentes políticos -incluidos presidentes- con estas dependencias. Se manejaba pues, un doble discurso, al interior se fomentaba el nacionalismo necesario para la sobrevivencia del sistema y por el otro se cooperaba con la inteligencia estadounidense, también necesaria para su sobrevivencia. Si bien es una conducta hipócrita, no se puede dejar de ver la importancia y la necesidad de la cooperación con los estadounidenses.

En abril de 1990, fue secuestrado en Guadalajara y llevado a territorio Estadounidense el Doctor Álvarez Machain, ubicado por la inteligencia de ese país como participante en el secuestro y tortura del agente antinarcóticos de la DEA, Enrique Camarena en 1985 en la misma ciudad. En esa ocasión hubo una importante reacción del gobierno mexicano que involucró notas diplomáticas y acciones políticas y legales. Se comprobó que los agentes de la DEA estuvieron absolutamente involucrados en el secuestro de Álvarez Machain. 

A pesar del colaboracionismo, el gobierno mexicano se cuidó mucho de proteger en la forma (y en este país forma es fondo) la cuestión tan delicada referente a la soberanía y la importancia de mostrar al Estado en su conjunto, con capacidad para resolver esos problemas.

Hoy, el (¿)gobierno(?) de Calderón está enfrascado en un conflicto diplomático con el gobierno francés derivado de la detención, juicio y sentencia de una una ciudadana francesa  (Florence Cassez) en México, encontrada culpable por la autoridades mexicanas de secuestro y otras cosas. El problema no es banal, la defensa alega que el procedimiento estuvo viciado, hay que recordar que el flamante procurador general se le ocurrió la brillantísima idea de montar la captura de una banda de secuestradores que ya habían sido capturados, para la televisión, inaugurando así lo que en evidente tono de burla se ha dado por llamar García Luna Productions. Este hecho tiene per se, interesantes cosas para analizar, como el derecho de las personas a tener un juicio justo con un procedimiento igual de justo, qué es precisamente uno de los temas de la defensa, la violación de los derechos de la ciudadana francesa vulnerados por las ocurrencias mediáticas del procurador general (dice una compañera del posgrado, y pienso que no le falta razón, que como es posible que exijamos que se repongan los juicios a los connancionales condenados a muerte en los Estados Unidos por cuestiones de procedimiento, y este pasando lo que está pasando con este caso; vale la pena mencionar que sin embargo no se ha podido demostrar su inocencia. Complicado ¿no creen?)

Pues bien el presidente francés ha exigido que México cumpla con el compromiso adquirido en la Convención de Estrasburgo, en la que los países se comprometen a repatriar a las personas que tengan en sus cárceles purgando condenas, para que éstas sean cumplidas en sus países de origen. Sólo que Francia realizó una reserva que indica que ellos podrán adecuar las sentencias de acuerdo con sus leyes, dicha reserva no fue aceptada por México y esto ha resultado en la negativa de repatriar a Florence pues significaría que su castigo pudiera ser de mucho menos tiempo y podría salir en libertad en algunos años. En un contexto en el que el presidente de Francia esta teniendo problemas de política interior, el caso se ha convertido en un bandera nacionalista y ha sido llevado a los extremos que ahora todos conocemos, pues la posición del gobierno mexicano ha sido clara, puntual, contundente, en defensa de las instituciones mexicanas, y ha dejado muy en claro que no tolerará una presión como la que está tratando de ejercer el gobierno galo. Más si osare un extraño enemigo... Bien. Bien.

Sin embargo, y hay que decirlo, esto se ha convertido en una cortina de humo, que exalta los ánimos nacionalistas y patrioteros de los mexicanos, y que nos hace no ver, o no darle la importancia a la actitud entreguista y que a todas luces vulnera nuestra soberanía respecto de los estadounidenses. 

En el marco de primero de la guerra contra los terroristas, y ahora la "lucha" contra el crimen organizado,  los gobiernos panistas han otorgado concesiones que por muchas décadas, los priistas se negaron a otorgar, al menos formalmente. Hoy la política de seguridad nacional está sujetada a la política de seguridad nacional de los Estados Unidos, esta "guerra" que no era guerra y que ya no lo es formalmente, esta insertada en este esquema. El Plan Mérida ha significado la autorización de operaciones de inteligencia del aquel gobierno en este país y de la presencia activa en términos cualitativos y cuantitativos, de sus agentes.

Ya un subsecretario militar de aquel país, dijo hace unos días que ante la ola de violencia en México se ha considerado incluso iniciar operaciones militares en México, después se desdijo. El asesinato del agente especial Jaime Zapata ocurrido el 15 de febrero pasado, detonó una serie de reacciones y declaraciones entre las que destacan el anuncio de la participación directa de agentes estadounidenses en la investigación para encontrar a los asesinos.

Curiosamente, ayer el ejército presentó al presunto culpable y sus cómplices, en un acto de eficiencia sin comparación. 

¿La captura fue resultado de las inteligencia militar mexicana, o sólo presentó a los detenidos para no generar suspicacias? ¿Estamos ante la abierta participación de agentes estadounidenses en territorio mexicano? ¿Eso quiere decir que el gobierno de aquel país reconoce de facto la incapacidad del Estado Mexicano y su gobierno para actuar? 

Por otra parte abre otras interrogantes relacionadas con la situación local: ¿Acaso se necesita ser ciudadano estadounidense para que se resuelvan con tal eficacia los asesinatos de mexicanos en nuestro propio territorio nacional? Ahí está el lamentabilísimo caso de la familia Reyes Salazar.

Esto si es fuerte... y justo a un año de las elecciones federales.

Por eso en clase afirmé que me parecía que Sarkozy y Calderón estaban ya de acuerdo. La obra se llama Operación distracción.


---Alexred---

PS Esta semana regresó al aire Carmen Aristegui ¡Felicidades!

PS2 En el caso de la colisión entre las principales empresas de telecomunicaciones ¿dónde está la autoridad?

martes, 8 de febrero de 2011

Desde la Ciencia Política...

La finalidad de toda ciencia es generar conocimiento que nos permita explicar los fenómenos que suceden en nuestro alrededor, y las ciencias sociales en general se abocan a la tarea de tratar de entender los fenómenos sociales, por qué suceden, sus posibles consecuencias e incluso, su propósito va más allá de la mera explicación causal, intentan también adelantarse a posibles acontecimientos a través de la elaboración de escenarios posibles, basados en información real del presente obtenida, por supuesto, por medio del método científico.

En este sentido, la Ciencia Política se encarga del estudio de los fenómenos que tienen que ver con el poder, sus relaciones, sus actores y de la administración de éste y sus recursos, y siempre con apoyo de otras ciencias. Uno de estos fenómenos, es la política entendida como el ejercicio de poder, la lucha por acceder a él y por mantenerlo. Sin embargo, la política -y su ciencia- son responsables del desarrollo -o no- de las sociedades, a través de la política se establecen los lineamientos que permiten el mejoramiento o protección de grupos vulnerables, la obtención de recursos económicos y humanos para impulsar sectores económicos o grupos sociales o áreas estratégicas, etc. 

La política es pues, mucho más que el acceso al poder, sin embargo, es una parte sustantiva y la ciencia política se encarga de estudiar todos los fenómenos que lo rodean -dicho sea esto en términos simples-. 

Uno de las obras más importante en la ciencia política es El príncipe, de Maquiavelo, en esta obra, se separa por primera vez la moral de los asuntos de poder, y el libro se convierte en un especie de manual para acceder el poder y conservarlo -también en términos simples-; aquí el axioma aquel de que el fin justifica los medios, la cual no es una frase textual de Maquiavelo, más sin embargo es una de las que mejor lo representan. Más adelante, algunos siglos después,  Webber decía que la moral del hombre de Estado no puede ser la moral de las demás personas debido a las responsabilidades que aquel tiene.

Lo que quiero establecer es que hay una ciencia que se aboca al estudio del poder, y a través de ella podemos explicar nuestra realidad política ¿A dónde quiero llegar? Pues al momento actual de nuestra política. Desde el punto de vista más simple de la ciencia política, lo que está haciendo el grupo que detenta el poder, es valerse de todos los medios a su alcance y disposición para conservarlo. Este gobierno (y todos) es resultado de eso -ya se saben el camino pues-.

En lo personal no me alarma el hecho de que sucedan cosas como Guerrero la semana anterior o Baja California el domingo pasado, pues obedece a una lucha legítima por el poder, de hecho se inscribe en el contexto de institucionalidad que tanta falta nos hizo durante todo el siglo XIX y después de la lucha revolucionaria del siglo pasado. Basta recordar las muertes ocurridas por la lucha por la presidencia desde la sucesión de Carranza. Hemos dejado muy atrás los tiempos en que el poder se diputaba a balazos. En cambio, si bien en el contexto de los procesos de elección de candidatos en cada partido para cada cargo de elección popular, se siguen dando algunas "bajas", la lucha por el poder no significa mayor violencia que la de las acusaciones que se hacen los contendientes.

El problema es otro -desde mi punto de vista- y tiene que ver con el mismo discurso falaz de la misma clase política acerca del Estado de derecho, me refiero a la democracia. Las elecciones se han convertido en el único medio que tiene la ciudadanía para participar en la toma de decisiones, peor aún, ni siquiera en eso sino que única y exclusivamente sirven para legitimar el arribo a cargos de elección popular y la situación se agrava -sí, se agrava- cuando incluso, hay la sospecha -fundada- de que el voto no se respeta.

Además, encontramos que los partidos políticos dejan de ser presentadores de opciones ideológicas que deriven en opciones de gobierno diferentes unos de otros, y vemos como son los mismos políticos, personalmente o a través de terceros, que incluso pueden ser familiares -directos o indirectos- quienes compiten entre sí, sin importar las siglas del partido  que los representen: en Guerrero, entidad mal  gobernada por un perredista, el PAN se alía con el PRD y postulan a un priista cuyo pasado está vinculado con la represión ¡sufrida por los mismos perredistas!, en franca competencia con otro candidato fuerte, del PRI, que además es su primo.

Así las cosas, lamentablemente en el escenario político nacional está sucediendo lo que en el mercado capitalista globalizado, y el mejor ejemplo lo encontramos en un comercial de Coca Cola (cito de memoria): porque sabemos que las buenas acciones se regresan contamos con más de 50 marcas diferentes para que puedas elegir la que mejor se acomode a tus gustos y necesidades ¡Qué tal la perla que describe el "libre mercado"! Pues así o peor se encuentra nuestra política.

Conclusión: desde el punto de vista de la Ciencia Política, el fenómeno de las alianzas político/electorales  responde a la lucha legítima por el poder, el problema tiene que ver con la oferta política, pero más aún, con la demanda. Mientras la sociedad no tome conciencia de lo sus necesidades y derechos, y lo que puede hacer, la situación seguirá igual pues los políticos no necesitan proponer, tan sólo les seguirá bastando con aventar mierda pa'rriba, y seguirá ganando quien lo haga más y mejor.

Seguro el PRD será traicionado por el PAN cuando la coyuntura así lo indique.

---Alexred---

P.S. Se le pide a Carmen Aristegui que lea un documento en el que se disculpa por el manejo de la nota sobre la manta en el Congreso que acusa a Calderón de borracho. La presidencia dice que no hubo presión en el caso Aristegui -punto per se cuestionable-. ¿Quién solicitó las disculpas, suponiendo que existiera el agravio?