La finalidad de toda ciencia es generar conocimiento que nos permita explicar los fenómenos que suceden en nuestro alrededor, y las ciencias sociales en general se abocan a la tarea de tratar de entender los fenómenos sociales, por qué suceden, sus posibles consecuencias e incluso, su propósito va más allá de la mera explicación causal, intentan también adelantarse a posibles acontecimientos a través de la elaboración de escenarios posibles, basados en información real del presente obtenida, por supuesto, por medio del método científico.
En este sentido, la Ciencia Política se encarga del estudio de los fenómenos que tienen que ver con el poder, sus relaciones, sus actores y de la administración de éste y sus recursos, y siempre con apoyo de otras ciencias. Uno de estos fenómenos, es la política entendida como el ejercicio de poder, la lucha por acceder a él y por mantenerlo. Sin embargo, la política -y su ciencia- son responsables del desarrollo -o no- de las sociedades, a través de la política se establecen los lineamientos que permiten el mejoramiento o protección de grupos vulnerables, la obtención de recursos económicos y humanos para impulsar sectores económicos o grupos sociales o áreas estratégicas, etc.
La política es pues, mucho más que el acceso al poder, sin embargo, es una parte sustantiva y la ciencia política se encarga de estudiar todos los fenómenos que lo rodean -dicho sea esto en términos simples-.
Uno de las obras más importante en la ciencia política es El príncipe, de Maquiavelo, en esta obra, se separa por primera vez la moral de los asuntos de poder, y el libro se convierte en un especie de manual para acceder el poder y conservarlo -también en términos simples-; aquí el axioma aquel de que el fin justifica los medios, la cual no es una frase textual de Maquiavelo, más sin embargo es una de las que mejor lo representan. Más adelante, algunos siglos después, Webber decía que la moral del hombre de Estado no puede ser la moral de las demás personas debido a las responsabilidades que aquel tiene.
Lo que quiero establecer es que hay una ciencia que se aboca al estudio del poder, y a través de ella podemos explicar nuestra realidad política ¿A dónde quiero llegar? Pues al momento actual de nuestra política. Desde el punto de vista más simple de la ciencia política, lo que está haciendo el grupo que detenta el poder, es valerse de todos los medios a su alcance y disposición para conservarlo. Este gobierno (y todos) es resultado de eso -ya se saben el camino pues-.
En lo personal no me alarma el hecho de que sucedan cosas como Guerrero la semana anterior o Baja California el domingo pasado, pues obedece a una lucha legítima por el poder, de hecho se inscribe en el contexto de institucionalidad que tanta falta nos hizo durante todo el siglo XIX y después de la lucha revolucionaria del siglo pasado. Basta recordar las muertes ocurridas por la lucha por la presidencia desde la sucesión de Carranza. Hemos dejado muy atrás los tiempos en que el poder se diputaba a balazos. En cambio, si bien en el contexto de los procesos de elección de candidatos en cada partido para cada cargo de elección popular, se siguen dando algunas "bajas", la lucha por el poder no significa mayor violencia que la de las acusaciones que se hacen los contendientes.
El problema es otro -desde mi punto de vista- y tiene que ver con el mismo discurso falaz de la misma clase política acerca del Estado de derecho, me refiero a la democracia. Las elecciones se han convertido en el único medio que tiene la ciudadanía para participar en la toma de decisiones, peor aún, ni siquiera en eso sino que única y exclusivamente sirven para legitimar el arribo a cargos de elección popular y la situación se agrava -sí, se agrava- cuando incluso, hay la sospecha -fundada- de que el voto no se respeta.
Además, encontramos que los partidos políticos dejan de ser presentadores de opciones ideológicas que deriven en opciones de gobierno diferentes unos de otros, y vemos como son los mismos políticos, personalmente o a través de terceros, que incluso pueden ser familiares -directos o indirectos- quienes compiten entre sí, sin importar las siglas del partido que los representen: en Guerrero, entidad mal gobernada por un perredista, el PAN se alía con el PRD y postulan a un priista cuyo pasado está vinculado con la represión ¡sufrida por los mismos perredistas!, en franca competencia con otro candidato fuerte, del PRI, que además es su primo.
Así las cosas, lamentablemente en el escenario político nacional está sucediendo lo que en el mercado capitalista globalizado, y el mejor ejemplo lo encontramos en un comercial de Coca Cola (cito de memoria): porque sabemos que las buenas acciones se regresan contamos con más de 50 marcas diferentes para que puedas elegir la que mejor se acomode a tus gustos y necesidades ¡Qué tal la perla que describe el "libre mercado"! Pues así o peor se encuentra nuestra política.
Conclusión: desde el punto de vista de la Ciencia Política, el fenómeno de las alianzas político/electorales responde a la lucha legítima por el poder, el problema tiene que ver con la oferta política, pero más aún, con la demanda. Mientras la sociedad no tome conciencia de lo sus necesidades y derechos, y lo que puede hacer, la situación seguirá igual pues los políticos no necesitan proponer, tan sólo les seguirá bastando con aventar mierda pa'rriba, y seguirá ganando quien lo haga más y mejor.
Seguro el PRD será traicionado por el PAN cuando la coyuntura así lo indique.
---Alexred---
P.S. Se le pide a Carmen Aristegui que lea un documento en el que se disculpa por el manejo de la nota sobre la manta en el Congreso que acusa a Calderón de borracho. La presidencia dice que no hubo presión en el caso Aristegui -punto per se cuestionable-. ¿Quién solicitó las disculpas, suponiendo que existiera el agravio?
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