jueves, 29 de abril de 2010
Encono, guerra y algo más.
sábado, 24 de abril de 2010
Una rayita más al tigre...
martes, 20 de abril de 2010
¿Problema de percepción?
Desde la década de los ochenta el combate al narcotráfico se ha convertido en un asunto que ha requerido la atención tanto de las autoridades como de la opinión pública. Durante muchos años, la percepción por parte de la ciudadanía de que el gobierno en turno se arreglaba con uno o más cárteles para controlar el flujo de estupefacientes con destino a los Estados Unidos era tan grande como la de que incluso políticos de alta jerarquía estaban coludidos con grandes capos. Dicha percepción se daba sobre todo cuando se veía que los políticos no sufrían las crisis económicas que asolaron –y lo siguen haciendo- al resto de la población y que “casualmente” era siempre un cártel el que sufría de mayor persecución que otro u otros. Dicha percepción no ha cambiado sino por el contrario se ha incrementado.
Desde que yo comencé a interesarme por los asuntos de política, hace poco más de quince años, recuerdo que una de las demandas, a propósito del combate al tráfico de drogas, se refería a la ruta del dinero; incluso recuerdo vagamente la publicación de una conversación informal en la que le mencionaban (lo que no recuerdo es quién la comento, ni en que medio) al ex secretario de Hacienda del gobierno de Salinas, que la mejor forma de combatir dicho tráfico ilegal era cerrando el acceso al dinero, el cerco financiero. En ese entonces se decía que si no abatíamos ese problema, en algunos años sufriríamos las mismas penas que sufrieron los colombianos.
Hoy día, tenemos un serio problema de seguridad pública relacionado con la violencia generada por una supuesta –e impuesta- “guerra” contra el crimen organizado, en la que el ejército ha salido a ejercer funciones que no le corresponden pero que a todas luces dada la incompetencia y corrupción de las autoridades civiles y la tozudez de su alto mando, son obligados a realizar. Una lucha que ha sido impuesta no con el ánimo primario de combatir ese crimen, sino con el propósito principal de intentar legitimar un poder que se instaló debilitado per se y confrontado con la mayor parte de la sociedad. Una lucha sin ton ni son que ha causado la baja de alrededor de 22,000 civiles en el transcurso de tan sólo tres años. Civiles que además han sufrido una muerte oprobiosa al ser desdeñados por el gobierno y acusados sin prueba alguna de estar, al menos en un 90%, relacionados con el narco.
Hoy, ante la contundencia de las cifras, Calderón sigue pidiendo que no hablemos mal de México, que el país es más que lo que estas cifras revelan. Su secretaria de Turismo señaló en una declaración muy lamentable, que el problema de la seguridad era un problema de percepción. Cada vez que hay muertes de personas que a todas luces no tienen que ver con el crimen organizado, siempre hay una declaración que intenta salvar la actuación del gobierno y del ejército en detrimento de la población.
Pero qué se puede esperar de un gobierno que desprecia a la gente, un gobierno que no gobierna o lo hace sólo para sus cercanos, una minoría que se beneficia del poder y no hace nada por el resto de la población, aunque estén a punto de perder ese poder.
El turismo hasta hace tres años, era la segunda o tercera fuente de ingresos nacionales, hoy el presidente quiere reactivarlo –o al menos eso es lo que dice en su discurso-. La pregunta es ¿cómo pretende hacerlo cuando es inocultable la violencia desatada en el país? O ahora debemos pensar en un especie de turismo de alto riesgo como TURISMO BÉLICO. El único que sufre de un problema de percepción es él (el presidente) y de paso nos está hundiendo en una de las peores crisis sociales desde la Revolución.
---Alexred---
P.S. Lo sucedido en Cuernavaca este fin de semana debería prender los focos rojos de todas las autoridades en este país, si es que queda alguna con un poco de dignidad, conciencia y responsabilidad (incluso autoridad), pues así empezaron los problemas en Ciudad Juárez, Tijuana, y otros muchos municipios del norte y centro del país.
sábado, 10 de abril de 2010
Simulación
miércoles, 7 de abril de 2010
La cultura civico-política
La pregunta de un compañero de derecho en el posgrado, fue en relación a la actitud que debe tener el ciudadano frente a los actos de gobierno, que en México parecen estar dirigidos a una minoría autoimpuesta o de cuño enquistada en el proceso de toma de decisiones y de actos de autoridad: una oligarquía pues.
La primera respuesta que me vino a la mente y que afortunadamente tuve tiempo de reflexionar, fue que sí, que el ciudadano debe tener una actitud de participación y defensa, no sólo de sus intereses, sino también de los intereses de la sociedad en su conjunto y no esperar que el gobierno sea quien solucione todo. Sin embargo –y aquí la crítica-, resalté que nos encontramos en un estado de derecho pleno tan sólo en el discurso, que hasta donde yo entiendo, las autoridades tienen la obligación jurídica, ética y moral, de respetar la ley, el principio establece que el ciudadano puede hacer incluso todo aquello que no esté prohibido por las leyes, mientras que la autoridad se tiene que circunscribir a aquello que sólo la legislación le asigna como función y esto en la realidad no sucede así.
Nuestra cultura civico-política, pareciera estar atorada en una especie de limbo entre las tres tipologías principales y no encontrar acomodo en sus combinaciones*; aunque me inclino más por pensar que aun así, estamos en un proceso de semi madurez –cómo el proceso por el que pasan los niños para convertirse en adolescentes llamado pubertad- en el que la gente trata de informarse un poco para tomar decisiones que de algún modo le van a afectar en su vida cotidiana: decisiones políticas. El único problema –que resulta de una gravedad peligrosamente exponencial- es la forma de hacerse de esa información, los medios de comunicación de masas tienen coptados los canales informativos, y en un país en el que la educación se recibe en un porcentaje alto a través de la televisión, es como aceptar que en la pubertad el consejo de un amigo que es todavía más baboso que uno, es la verdad absoluta. Esto es de lo que hay que cuidarse pues en la formación de una cultura civico-política, como en la etapa de formación en la pubertad –aplicando un lugar común- árbol que crece torcido…
* Se refiere a la tipología presentada por Gabriel Almond y Sidney Verba en el ensayo "La cultura política" en Diez textos básicos de ciencia política. Ariel ciencia política.
---Alexred---
P.S. A leer la ley antimonopolios.