martes, 20 de abril de 2010

¿Problema de percepción?

Desde la década de los ochenta el combate al narcotráfico se ha convertido en un asunto que ha requerido la atención tanto de las autoridades como de la opinión pública. Durante muchos años, la percepción por parte de la ciudadanía de que el gobierno en turno se arreglaba con uno o más cárteles para controlar el flujo de estupefacientes con destino a los Estados Unidos era tan grande como la de que incluso políticos de alta jerarquía estaban coludidos con grandes capos. Dicha percepción se daba sobre todo cuando se veía que los políticos no sufrían las crisis económicas que asolaron –y lo siguen haciendo- al resto de la población y que “casualmente” era siempre un cártel el que sufría de mayor persecución que otro u otros. Dicha percepción no ha cambiado sino por el contrario se ha incrementado.

Desde que yo comencé a interesarme por los asuntos de política, hace poco más de quince años, recuerdo que una de las demandas, a propósito del combate al tráfico de drogas, se refería a la ruta del dinero; incluso recuerdo vagamente la publicación de una conversación informal en la que le mencionaban (lo que no recuerdo es quién la comento, ni en que medio) al ex secretario de Hacienda del gobierno de Salinas, que la mejor forma de combatir dicho tráfico ilegal era cerrando el acceso al dinero, el cerco financiero. En ese entonces se decía que si no abatíamos ese problema, en algunos años sufriríamos las mismas penas que sufrieron los colombianos.

Hoy día, tenemos un serio problema de seguridad pública relacionado con la violencia generada por una supuesta –e impuesta- “guerra” contra el crimen organizado, en la que el ejército ha salido a ejercer funciones que no le corresponden pero que a todas luces dada la incompetencia y corrupción de las autoridades civiles y la tozudez de su alto mando, son obligados a realizar. Una lucha que ha sido impuesta no con el ánimo primario de combatir ese crimen, sino con el propósito principal de intentar legitimar un poder que se instaló debilitado per se y confrontado con la mayor parte de la sociedad. Una lucha sin ton ni son que ha causado la baja de alrededor de 22,000 civiles en el transcurso de tan sólo tres años. Civiles que además han sufrido una muerte oprobiosa al ser desdeñados por el gobierno y acusados sin prueba alguna de estar, al menos en un 90%, relacionados con el narco.

Hoy, ante la contundencia de las cifras, Calderón sigue pidiendo que no hablemos mal de México, que el país es más que lo que estas cifras revelan. Su secretaria de Turismo señaló en una declaración muy lamentable, que el problema de la seguridad era un problema de percepción. Cada vez que hay muertes de personas que a todas luces no tienen que ver con el crimen organizado, siempre hay una declaración que intenta salvar la actuación del gobierno y del ejército en detrimento de la población.

Pero qué se puede esperar de un gobierno que desprecia a la gente, un gobierno que no gobierna o lo hace sólo para sus cercanos, una minoría que se beneficia del poder y no hace nada por el resto de la población, aunque estén a punto de perder ese poder.

El turismo hasta hace tres años, era la segunda o tercera fuente de ingresos nacionales, hoy el presidente quiere reactivarlo –o al menos eso es lo que dice en su discurso-. La pregunta es ¿cómo pretende hacerlo cuando es inocultable la violencia desatada en el país? O ahora debemos pensar en un especie de turismo de alto riesgo como TURISMO BÉLICO. El único que sufre de un problema de percepción es él (el presidente) y de paso nos está hundiendo en una de las peores crisis sociales desde la Revolución.

---Alexred---

P.S. Lo sucedido en Cuernavaca este fin de semana debería prender los focos rojos de todas las autoridades en este país, si es que queda alguna con un poco de dignidad, conciencia y responsabilidad (incluso autoridad), pues así empezaron los problemas en Ciudad Juárez, Tijuana, y otros muchos municipios del norte y centro del país.

2 comentarios:

  1. Hay un punto que si bien rozas, me parece que se queda un poco de lado: el 10% del PIB se genera a través del comercio de las drogas, es decir, al gobierno mexicano le guste o no, lo combata o no, el comercio de las drogas es igual de importante que PEMEX, que el sector turismo, o incluso, los corredores industriales que en los números gubernamentales se ven tan bonitos.
    Si tomamos en cuenta que mientras la droga está de nuestro lado se sataniza, y cuando cruza la frontera es un producto más en el abanico de ofertas a los consumidores estadounidenses, encontramos también juegos sucios en el mercado de consumo, propiamente dicho. La marihuana mexicana –o que llega de México- ha perdido terreno frente a la producida "domésticamente" en USA. Al igual que los telares del siglo XIX, si la producción es sureña (México), es barata y de mala calidad, pero si se produce en el norte, es cara y "de mejor calidad". Así podemos ver lo mismo con la yerba, bajo argumentos falsos se reduce el precio y se margina lo “hecho en México”, ya que en el caso de la "mota", lo que tiene lo nación son: modificaciones genéticas, hidroponía al servicio de las plantas, fertilizantes fortificantes, y un largo etc. que se pierde en los razonamientos de siempre, pues se discrimina la mota mexicana y se eleva el precio y las ganancias de los "productores" gringos, y no de los masacrados (sic) productores mexicanos.
    Fuera de las minucias mercadotécnicas, Las preguntas serían: ¿A quién beneficiaría la legalización de las drogas? La respuesta es simple: a los consumidores, y como no cuentan, pues no son importantes. ¿A quién beneficia la "guerra" contra las drogas? Nuevamente la respuesta es simple: a los cárteles y a los gobiernos: al mexicano le quita la oscura nube que siempre son las elecciones y le instarura a la sociedad el miedo de la violencia, y al gringo, le permite también militarizar despectivamente una frontera que largamente ha anunciado invadir, y que presiona por los controles que supuestamente ha perdido del territorio al sur de su frontera.

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  2. Fe de erratas
    dice:
    ...ya que en el aso de la mota, lo que tiene lo nación son: modificaciones...

    y debe decir:
    .. ya que en caso de la mota, lo que no tiene lo nacional son: modificaciones...

    Una disculpa.
    AC

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