jueves, 29 de abril de 2010

Encono, guerra y algo más.

Cuando Calderón accedió al poder haiga sido como haiga sido, comenzó a realizar tres "políticas" concretas: por un lado inició un discurso con el que trataba de revertir el grave problema de confrontación social provocada por el igualmente grave confliVer blogcto electoral al intentar generar a través de sus discursos un clima de distensión exhortando siempre a la unión de los mexicanos; por otra parte, inició la famosa "guerra" al crimen organizado que ha ubicado al país en una espiral de violencia que, hemos dicho con insistencia no tiene precedentes en el México posrevolucionario; la tercera acción política de Calderón fue el pago de los compromisos adquiridos con los grupos que lo apoyaron en su camino a la presidencia. Una característica común de estas tres acciones es que fueron llevadas a cabo al mismo tiempo.

Es importante mencionar esta situación pues pone en contexto lo que ha estado ocurriendo en estos días en que a todas luces, se ha dejado ya la primera y la tercera "políticas" y se ha mantenido y reforzado la segunda.

Me explico. Conforme va pasando el tiempo y se va recrudeciendo la violencia en el país, el discurso conciliador se ha sustituido por algo que parece ser una petición abierta: pasemos por alto la violencia -aunque esta exista- y veamos lo bueno -que en este caso son las acciones diseñadas para la televisión- que por solo hecho de ser las acciones llevadas a cabo por el gobierno son las que debemos aplaudir. Es decir, que cerremos los ojos ante el fracaso que ha representado la guerra y sigamos viviendo de lo que nos enseña la televisión.

En política las coincidencias no existen, y en estos momentos se lanza una ley antimonopolios que "castigará" severamente a quien o quienes realicen actividades monopólicas u oligopólicas, es de todos conocidos que en esta materia el presidente tiene sus preferidos y también podemos señalar con quien se ha confrontado durante lo que va del sexenio.

En lo que respecta a la militarización del país, en el Senado ha pasado ya una ley que regulará su trabajo en la lucha contra la delincuencia organizada, si tomamos en cuenta que la famosa "guerra" lleva ya tres años y no hay fundamento constitucional que ampare su participación, encontramos una ley que funcionará regulando una actividad que de entrada no está contemplada en la Constitución: esa es la historia de este país.

Tenemos así un presidente (les recuerdo que las minúsculas son de él) que inició su periodo peleado con una buena parte de la población y conforme ha pasado el tiempo se ha peleado casi hasta consigo mismo y nos ha cobrado cara la factura. Hoy (en realidad ayer), declaró como ya es su costumbre sin aportar una prueba y sin que medie denuncia alguna ante la o las autoridades correspondientes que seguramente existen jueces vinculados al crimen organizado, y el poder judicial -en cualquiera de los ámbitos ya se locales o federal- ha levantado la voz para defenderse.

Sigamos desconfiando los unos de los otros que la desunión hace la debilidad...

---Alexred---

P.S. No hay que dejar de ver que la acusación al poder judicial se hace justo cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación -una de sus Salas- ordenó la inmediata liberación de las indígenas otomíes encarceladas desde 2006 por el delito de secuestro de policías federales, señalando además que la sentencia con la que fueron condenas y su proceso constituye una vergüenza en la historia de la justicia en México: en lo dicho, en política las coincidencias no existen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario