martes, 18 de mayo de 2010

Hacia un golpe de Estado

En noviembre escribí en este espacio que había que tener cuidado con las acciones de Calderón, pues demostraban una gran tendencia hacia el autoritarismo. Así –decía palabras más, palabras menos, enumerando algunas acciones-, el hecho de haber llegado a la presidencia acusado por un amplio sector de la sociedad de haber realizado fraude, sacar al ejército a las calles, declarar una “guerra” –que no lo es- contra el crimen organizado sin tener una estrategia clara, colocando así al país en una espiral de violencia que, también aquí hemos dicho, no tiene precedente alguno en la historia del México de la pos revolución, hacernos guardar durante “la crisis de la influenza” el año pasado y detener la economía, así como el ataque directo a un sindicato de trabajadores que no son afines a su gobierno, son una larga lista de hechos que no podemos pensar como aislados.

Es evidente que no es por mucho, un buen gobierno, sin embargo haiga sido como haiga sido, detenta el poder político formal y tiene a su disposición al ejército y decidió sembrar el miedo en la población desde su campaña política, y en este contexto, hay que situar la desaparición de Diego Fernández de Cevallos, conocido como el Jefe Diego, pues la percepción general se sitúa en la sensación de desamparo, pues si una persona con ese poder que sí tiene (o tenía) y que sin duda lo hacía un intocable puede sufrir un atentado o secuestro, imaginemos qué puede suceder con el resto de la población, simples mortales de a pie, expuestos a la criminalidad.

Eso se llama sembrar terror y eso es lo que quieren que pensemos y sintamos.

Me explico. Fernández de Cevallos es miembro de la derecha conservadora del país, panista de cepa, y hay quienes afirman que ha sido una pieza muy importante en la transición política en México, idea última con la que no coincido pues aquí la única transición ha sido la que ha sufrido el PAN en el poder al adoptar todos los vicios y malas mañas que por décadas criticaron y le pelaron al PRI, y este personaje es más bien ubicado como una de esas personas a las que la Revolución les ha hecho justicia: corrupción y tráfico de influencias.

En efecto –y aquí el análisis-, el sistema político actual fue diseñado por Salinas –ojo, no hay un juicio de valor acerca del personaje, señalo simplemente lo que me parece una ingeniería política de una persona que al día de hoy tiene a todas luces una gran influencia en casi todos los miembros de la élite política en México-, y cimentado en dos pilares fundamentales: uno a la izquierda y otro a la derecha del espectro político (en sí este tema es muy amplio y merece su publicación, pero en este momento cerniré sólo el tema de Fernández de Cevallos). Esto fue logrado, por un lado -el de la izquierda- justo después de la entrevista entre el líder del movimiento en el 87-88 y el presidente impugnado, y por el otro, después de la muerte del ex candidato panista.

Así, Fernández de Cevallos se convirtió en el facilitador de las negociaciones que realizó Acción Nacional y que lo llevaron a comenzar a ocupar a través de las llamadas concertacesiones posiciones de gobierno y poder. Después vinieron más acciones y más premios, la aceptación de las elecciones del 88 y la consecuente quema de boletas (aduciendo un accidente que implicó incendiar el Congreso), el regalo de Punta Diamante en Acapulco, y lo que lo colocó en la cima del poder, la extraña decisión de bajar la intensidad de su campaña electoral justo en el momento en el que se colocaba como puntero en las encuestas para las elecciones presidenciales de 1994. Es decir, se dio el lujo de no ser presidente (ya lo hemos dicho, también no era el momento aún) a cambio de un gran poder que a partir de entonces se fue incrementando a grado tal de lograr posiciones desde entonces en el gabinete presidencial y un incremento enorme de su fortuna.

Dado el contexto ¿podemos creer realmente que se trata de un simple secuestro o un ajuste de cuentas del crimen organizado?

En mi opinión no, pues de un personaje de estas características no se podría negociar rescate, sería un suicidio, y lo del crimen organizado es el argumento más sencillo o pretexto perfecto, aunque signifique aun más la caída de la imagen ya de por sí golpeada de un gobierno que no puede con su tarea.

Pero más aún, en lo personal pondría esta situación con la larga lista de acciones que Calderón ha realizado y que enumeramos al principio pues con el desbarajuste calderonista en el país y la consecuente debacle panista en las preferencias electorales desde 2006, el panismo en su conjunto –me refiero aquí al panismo histórico y al neopanismo que incluye a organizaciones extremas como el Yunque- cada vez más se ha mostrado inconforme y molesto con el modo de dirigir al partido, que por cierto, Calderón decidió manejar al poner a sus personeros al frente de esa institución política. Sumado a esto la derrota del PAN en Mérida como augurio de lo que le espera en el verano y en el contexto de la “palomeada” de la lista de los Consejeros Nacionales del partido, y la necesidad de controlar los daños a través del control de su partido, la desaparición de Fernández de Cevallos la puedo situar como una acción política destinada a concretar un golpe de estado virtual al partido, y derribar uno de los pilares en los que se asentó el salinismo que está detrás de Peña Nieto y Beltrones entre otros.

Se prepara pues, un golpe de Estado y nadie esta haciendo nada por evitarlo.

---Alexred---

P.S. Pero qué tal el premio por lograr cohesión social en España.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con la postulación, evidentemente hay un "coup d'Etat" en gestación, sino a la manera tradicionalmente aceptada en las "elites" latinoamericanas, por lo menos con un toque fascista para un grupo politico que quiere consolidarse...
    Ahora, de tu articulo no me queda claro si el golpe de estado apunta al control únicamente del partido de la derecha, al control de la sucesión próxima, o al (des)control de las zonas politicas y militares... ¿podrías aclarar esa parte?

    Un saludo
    AC

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  2. Gracias AC por tus comentarios y tu lectura.

    Respecto a tu pregunta/duda te comento que afirmo de manera categórica se ha concretado un golpe de estado al partido acción nacional en el sentido en que el grupo en el poder no está dispuesto a dejarlo, y para eso necesita controlar al partido y Diego era un estorbo. Con esto y los eventos señalados al principio del texto me permiten ver que no son sucesos o decisiones aisladas sino que tienen un fin: mantenerse en el poder a como de lugar.

    Alexred

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