martes, 23 de marzo de 2010

Fracaso

"Los entusiastas amantes de la guerra, que de buena gana se burlan de las papeletas de voto, sólo confiesan con ello sus propias sanguinarias intenciones. Las papeletas de voto como los tratados son para ellos meros jirones de papel. El que no estén empapados de sangre les parece despreciable; para ellos sólo valen las decisiones por la sangre"
Masa y poder. Elias Canetti.

La guerra contra el narcotráfico iniciada por Calderón es un fracaso.

El hecho de haber iniciado un intento de embestida de este tamaño debería ser loable per se, pero pierde fuerza cuando el principal motivo que llevó a tomar la decisión de enviar al ejército a las calles como un acto buscador de la legitimidad no encontrada en las urnas; de igual manera pierde fuerza y efectividad cuando a todas luces -y en vista de la premura implicada en el punto anterior- no se cuenta con una estrategia concreta y mucho menos integral que implique la reestructuración social y, lo que tiene que ver con el siguiente punto, la persecución efectiva del capital reintegrado al mercado legal; en efecto, a mi parecer de nada sirve el uso de la fuerza pública con el ejército incluido, luchando contra jefes menores, cuando el dinero generado por la actividad ilícita circula con amplia libertad.

El gobierno federal además, ha decidido señalar a todos los caídos en el marco de esta "guerra" que no es guerra, como colaboradores de las mafias, sin investigar, en un intento por justificar que las muertes habidas desde que Calderón inició la ofensiva son comparables con las cifras de muertos en Irak, y que el ejército o la armada o incluso el mismo crimen organizado, ha matado a civiles sin ninguna relación con el narcotráfico o alguna otra forma de criminalidad. El síndrome de la gastritis que, hemos dicho es una forma de evadir responsabilidades.

Al respecto, se repite la ofensa a la sociedad cuando se incrimina a dos caídos como sicarios cuando en realidad eran estudiantes de alto nivel académico y se acusa al ejército de confiscar los videos de seguridad, y sale el secretario de gobernación (minúsculas propias del titular) a decir, así, sin mayor investigación, que las balas que mataron a los estudiantes fueron balas del crimen organizado. Infamia pura, pura infamia.

Lo peor, si necesitáramos una muestra más de dicho fracaso, ayer apareció muerto, ultimado, un personaje que había sido detenido un día antes y escoltado por los marinos. Hoy todas las corporaciones involucradas se echan la culpa o simplemente se deslindan del caso...

En este contexto, el día de hoy tendrá lugar una reunión de "altísimo nivel" entre el gabinete de seguridad mexicano y su contraparte -ampliado-. La reacción es natural, mataron a personal de una oficina consular protegida por el derecho internacional del cual México es parte, ciudadanos de ese país, en el marco de una llamada guerra contra el crimen organizado -en realidad contra el narcotráfico en particular- en el que los Estados Unidos se han ubicado como coach proveedor, además, de armamento. Es decir, las bajas comienzan a ser también de ciudadanos de aquel país, justo en la frontera, lo que nos indica que el problema está a punto de llegar a los Estados Unidos.

Cuando se sabe que viene hasta el asesor del presidente Obama en materia de terrorismo a la reunión, nos debe dar una idea de la gravedad del asunto, y los vecinos del norte no creo que estén dispuestos a aceptar que la violencia cruce la frontera aunque ellos sean la ocasión de lo mismo que ahora acusan.

---Alexred---

P.S.
Qué posición debemos entonces esperar de un (¿)gobierno(?) como el mexicano que se encuentra francamente minimizado y luce inoperante, ante la potencia del norte.

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