martes, 10 de noviembre de 2009

Crisis, crisis, crisis.

Hoy el país vive una profunda crisis que no sólo tiene que ver con lo económico, sino también vivimos una profunda crisis social, de valores, institucional.

Observemos:

Por ejemplo: en estos días escuchamos al presidente hablar de legalidad, de la importancia de cumplir la ley, de legitimidad; lo escuchamos hablar de combate frontal a los monopolios. Esto estaría bien si no fuera él mismo el que adoleciera de autoridad moral para hablar de estos temas. ¿Legalidad? ¿legitimidad? ¿cumplir la ley? ¿combate a los monopolios? Temas todos estos que del ejecutivo son su principal problema.

En la radio escuchamos el comercial de la Lotería Nacional que te invita a comprar en boleto que la promesa de que, en caso de pegarle al gordo, tu vida cambiara lo suficiente como para ¡qué dejes de trabajar! ¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?-a hacerte rico en loterías de un millón-. La política del no doy una a la de otorgar placebos a la población: No hay trabajo pero siempre existe la posibilidad -aunque remota- de ganarte la lotería para que sigas sin trabajar. El Congreso coopera, hagamos puente el 20 al fin que es viernes...

Los gobernadores hacen su pasarela ante los Diputados del Congreso de la Unión a fin de establecer claramente cuáles son las necesidades económicas de sus entidades: 31 mil millones de pesos (mmdp) para Nuevo León, 23 mmdp para el del Estado de México, 20 mmdp para el D.F., etcétera. Todos con la promesa de que esos dineros irán a parar a obras de gobierno, pero con la sospecha ciudadana de que será utilizado en campañas políticas o propaganda personal. Se le pide al grueso de la población amarrarse el cinturón mientras celebran el encuentro con una gran comilona en las instalaciones del Congreso.

Javier Lozano vocifera y amenaza, no importa que el Poder Judicial haya otorgado un amparo al SME,  los que no cobren la indemnización antes del 14 de noviembre no tendrán derecho al bono extra otorgado como carnada para que los trabajadores de LyFC acepten sin más la extinción de la empresa y sus puestos de trabajo. Además advierte que la decisión está tomada y no habrá nada que pueda echarla para atrás. ¿Ni siquiera el Poder Judicial? ¿No debería celebrar que serán los jueces quienes decidirán? ¿No qué el nuestro era un estado de derecho?

Vértigo, la revista fundada para ser el arma de golpeteo por escrito del Grupo Salinas, en su número de está semana se desborda en elogios para con el senador Beltrones, justo después de que en el Senado se aprobó el diferimiento del pago por concepto de uso de fibra óptica a quien gane la licitación; y los noticieros de TV Azteca le dedican una larga nota a una marcha de jóvenes mexicanos en Guadalajara, que alaban a Cristo Rey. ¡Viva el Estado Laico! ¿o no?

La izquierda por su parte, acusada de apoyar líderes charros, no ha sido capaz de definir su lucha como  una pelea -legítima- en defensa de las empresas públicas y sus beneficios para la sociedad, así como los empleos de miles de trabajadores; y los trabajadores del SME reciben el rechazo de buena parte de la población inconforme por los malos tratos y el mal servicio. En el colmo de la propia izquierda, es Manuel Camacho Solís quien encabeza el movimiento para definir una candidatura de unidad.

Para acabar, los hombres de negocios que en su mayoría apoyó el arribo del presidente en el 2006, hoy le reclaman la ineficiencia personal y gubernamental, y algunos acusan lo delicado que resulta la generación de pobres del actual modelo. Todos hablan como si estuvieran investidos de aquella autoridad moral que igual le falta -como dijimos- a aquel a quien reclaman. Lanzan la piedra sin pudor aunque ellos mismos no estén libres de pecado.

Mientras esto sucede en las alturas lejanas de la población plebeya, aquí abajo la mayoría ha olvidado los agravios cometidos por el PRI al pueblo durante muchos años (70), y ansían llegar al 2012 para ser partícipes del regreso argumentando que por lo menos ellos repartían la lana.

Unos se roban el petróleo; otros la luz; nos vendemos litros y kilos de a 850; nos metemos a la fila si alguien se apendeja; y por supuesto no dejamos que otro carro pase antes que nosotros; matamos a nuestras mujeres; vendemos a nuestros niños, enteros, por partes, para consumo familiar o personal; lo único que nos diferencia de los animales es que no matamos al más débil pero si nos lo agandallamos; lo secuestramos, lo torturamos...

Pero eso sí, (¿)celebraremos nuestros centenarios(?).

---Alexred---


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