martes, 3 de noviembre de 2009

De mal en peor...

¿Cómo podemos medir, de manera muy sencilla, que nos encontramos hundidos en el subdesarrollo?

Bueno, para contestar está pregunta, en la actualidad hay muchos síntomas que nos lo muestran, pero en esta ocasión sólo voy a mencionar uno sólo:

Hace algunos meses se anunció que Brasil ofreció un crédito al Fondo Monetario Internacional, con la finalidad de que éste tuviera liquidez y el país sudamericano incrementara su participación como socio del organismo. Al mismo tiempo, se anunciaba que el FMI abría una línea de crédito por muchos miles de millones de dólares para el gobierno mexicano. El mismo Brasil, pertenece al bloque denominado BRIC, conformado por Brasil, Rusia, India y China, sin duda las futuras potencias económicas en el mundo.

Pero si esto no fuera significativo, la semana pasada el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció el comienzo de la industrialización del litio. De acuerdo con la nota de La Jornada la inversión inicial será de alrededor de 350 millones de dólares y a partir de 2013 esperan que puedan obtener ganancias anuales por mil millones de dólares.

El mandatario boliviano recibió los primeros kilos de carbonato de litio, de cloruro de potasio y de ácido bórico producidos por técnicos bolivianos con fórmulas desarrolladas mediante investigación nacional. Se estima que Bolivia posee alrededor de 100 millones de toneladas, lo que significa aproximadamente el 50% de las reservas internacionales.

El punto importante de la noticia tiene que ver con lo referente a la planeación de una industria con la cual se quiere impulsar el crecimiento y desarrollo de una de las naciones más pobres del subcontinente; la utilización de un recurso natural con tecnología e inversión cien por ciento estatal, y el desarrollo de las industrias y servicios paralelos como la eléctrica y la de transportación de gas. El mineral al servicio del mercado internacional con ganancias para el Estado productor y sus habitantes.

En México, se han otorgado permisos para que particulares generen energía propia y pueden vender sus excedentes, que actualmente representa un 40% de la producción de esta energía que se vende libremente en el mercado; en la famosa cuenca de Burgos, donde se encuentran grandes yacimientos de gas, se han otorgado contratos de riesgo para que empresas trasnacionales la exploren y exploten; en PEMEX, se han otorgado contratos multimillonarios a empresas como Halliburton, para la exploración de yacimientos, sin mencionar que la empresa estatal ha sido paulatinamente asfixiada ya que, a pesar de los grandes flujos de capital que ingresaron a las arcas nacionales gracias a los altos precios del petróleo que se presentaron hasta hace dos años, no se reinvirtió para generar una industria capaz de generar riqueza a la nación. Todo lo anterior sin menoscabo del hecho de que son acciones prohibidas expresamente por la Constitución Política.

¿Todavía nos preguntamos por qué el Estado mexicano es un Estado Fallido?

Fuente: La Jornada del 30 de octubre de 2009

---Alexred---

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