viernes, 6 de noviembre de 2009

El síndrome de Pedro, el del lobo, a la inversa (o a la mexicana)..

Recuerdan la fábula de Pedro y el lobo, pues me refiero a la situación en la que después de tantas falsas alarmas el día que fue cierto que el lobo venía, a Pedro nadie le creyó, con las consecuencias de todos conocidas.

Ahora bien, ¿por qué a la inversa? Bueno pues porque cuántas veces hemos escuchado a nuestros buenos administradores públicos (y tooodos los políticos) decir "no subirá la tortilla" -o cualquier otro producto- y todos sabemos que debemos prepararnos para un aumento de la tortilla, o cualquier cosa que digan que no va a pasar.

Peor aún, ayer un señor llamado Felipe Calderón, que dice ser presidente de los Estados Unidos Mexicanos, dijo que en este país la crisis ha llegado a su fin. Así de sencillo, aunque para sustentar esta afirmación ofreció algunos datos, como por ejemplo la creación de 80 mil empleos en este último mes y un crecimiento del 2.7% en último trimestre, y ya encarrerado se aventuró a predecir que en el último año de lo que llamó su gobierno alcanzaríamos un crecimiento del 5%.

¡Albricias! ¡La economía que en el mundo muestra uno de los peores desempeños ante la crisis, dirigida por la peor administración, con los peores resultados en la historia de este país, así sin hacer nada, como por arte de magia, ha salido de la crisis económica internacional antes que ningún otro país en el mundo!

No es que me burle o quiera ser sarcástico pero, por ejemplo, lo último que recuerdo haber escuchado decir al presidente Obama respecto a la situación en su país es que había signos de estabilidad pero que había que ser cautos.

Seriedad por favor, es lo único que pedimos; cómo creerle a aquel que dijo que la economía mexicana era una nave de gran calado, el mismo que no hace mucho en un discurso festejó la creación de cuatro mil empleos; el del catarrito. El pez por su propia boca muere. Bueno, pero supongamos que nada de lo anterior hubiera sido dicho, volteemos a ver los datos difundidos ayer mismo por el INEGI sobre el índice de confianza de los consumidores y las perpectivas económicas para el siguiente año. Asimismo, podríamos hablar de los efectos que traerá consigo el alza general de impuestos para el próximo año: contracción del mercado interno como consecuencia de la pérdida real del poder adquisitivo por dos vías, inflación y los impuestos -que reportaron un incremento por encima de la inflación-. A esto hay que sumarle el control monetario que ejerce el Banco Central (sin mencionar la grave situación de desempleo).

Es decir: como no hay una política económica -ninguna-, el Banco de México controla -o trata de controlar- la inflación a través de su política monetaria, sin embargo se presentará una presión inflacionaria por los aumentos en los precios en el próximo año, entonces el dinero pierde su valor, la capacidad de compra y de ahorro de los consumidores se verá reducida por el aumento en los impuestos y la inflación por lo que el Banco restringirá el circulante... ¡uf!... ¡suficiente!

Por todo esto es que cuando Calderón afirma que no viene el lobo... perdón, que espera un crecimiento del 5% el último año de su gobierno, debemos prepararnos para lo contrario o peor, y entonces ya sabemos que efectivamente ahí viene el lobo.

---Alexred---

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