martes, 13 de octubre de 2009

El conflicto de Luz y Fuerza

He revisado la legislación correspondiente y el decreto. Era muy grande mi duda al respecto de la legalidad de la acción. No he encontrado ningún problema: la acción parte de un principio básico, así como el Estado, a través de un decreto, creo Luz y Fuerza del Centro, es el mismo Estado el que con de otro decreto -y con las facultades que la ley le otorga- liquida la empresa. Mi duda al respecto quedó resuelta.

El problema es político y de intereses económicos muy fuertes

Por un lado no se puede separar la negativa de la toma de nota al SME por parte de la Secretaría del Trabajo, el gobierno había decidido que la pugna interna habría de servir para que, una vez que el sindicato estuviera acéfalo y dividido, no tuvieran capacidad de movilización y los trabajadores culparan a los líderes que, por estar en la disputa por la dirección del sindicato hubieran provocado la reacción del gobierno. Pues bien, para efecto de la inmediatez el conflicto fue bien aprovechado, sin embargo, los trabajadores de la empresa han decidido dejar de lado los conflictos internos y unir esfuerzos para defender sus fuentes de trabajo, la marcha de ayer fue una muestra de que son muchos y no están muy convencidos de la propuesta de indemnización hecha por el gobierno.

La campaña mediática en la que se satanizó a los trabajadores del sindicato a través de dos vertientes, 1) culpándolos del mal funcionamiento de la empresa y sus problemas económicos, y 2) atacando los "privilegios" otorgados en el contrato colectivo de trabajo, se hizo a toda hora y por todos los medios y puso de manifiesto que los trabajadores de Luz y Fuerza no se caracterizan por ser los más eficientes y honestos, pero además en una sociedad que ha sido obligada a dejar sus prerrogativas laborales -cuando tiene o encuentra trabajo- y molesta con el servicio, los privilegios que brinda un contrato colectivo como el del SME -y que no han dejado de ser defendidos por sus dirigentes- pueden parecer ofensivos.

De igual manera, el SME se ha caracterizado por ser un sindicato digamos no a modo, incómodo, para los gobiernos panistas y con una dirigencia que ha defendido las prerrogativas laborales que ha ganado a través de los años, así como una participación política muy activa en contra de decisiones gubernamentales, como lo demostraron las movilizaciones de hace un año con motivo de la reforma petrolera, además que es identificado con el movimiento de López Obrador.

Por último, no se puede perder de vista la red de fibra óptica que posee Luz y Fuerza, que en la actualidad representa un gran negocio por los servicios que se pueden comercializar a través de la misma, en una región con una gran densidad de población.

El gobierno decidió cerrar una empresa pública a la que ha catalogado de ineficiente, sin asumir el grado de responsabilidad que de esa ineficiencia tiene, en una decisión que al parecer ya estaba tomada y sólo se aprovechó el momento oportuno, arrojando al desempleo a miles de trabajadores cuando lo que se necesita es crear empleos; esto significa que decidió abrir un frente de conflicto que podría salirse de control. ¿A quién le conviene?

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